La enfermera inglesa Lucy Letby, que fue condenada el mes pasado a cadena perpetua por haber asesinado a siete recién nacidos, quiere presentar un recurso a esa sentencia, anunció este viernes la justicia británica.
El 21 de agosto, Letby, de 33 años, fue condenada a prisión de por vida, sin posibilidad de liberación, una pena muy poco frecuente en la legislación inglesa.
Esa pena se debió al asesinato de siete bebés en el hospital en que trabajaba en Countess of Chester, en el noroeste de Inglaterra, donde tuvieron lugar los homicidios entre junio de 2015 y junio de 2016.
La División criminal del Tribunal de Apelación indicó este viernes que la enfermera, que siempre defendió su inocencia, quiere presentar un recurso a esa sentencia.
Sus abogados pretenden presentar un recurso a todos los delitos por los que fue condenada. Sin embargo, esta petición de recurso aún debe ser aceptada por un juez antes de ser instruida.
En relación con este caso, la fiscalía celebrará el 25 de septiembre otra audiencia en que decidirá si también juzgan a Letby por los intentos de asesinatos de seis bebés.
La enfermera, que fue descrita por la acusación como "fría, calculadora, cruel y tenaz", inyectó aire a los bebés por vía intravenosa y mediante sondas naso-gástricas, y les administró sobredosis de leche.
Durante el juicio de 10 meses de Letby, los fiscales dijeron que en 2015 el hospital comenzó a ver un aumento significativo en la cantidad de bebés que morían o sufrían una disminución repentina de su salud sin razón aparente.
Algunos sufrieron “graves colapsos catastróficos”, pero sobrevivieron gracias a la ayuda del personal médico.
Letby estuvo de servicio en todos los casos, y los fiscales la describieron como una “presencia malévola constante” en la unidad neonatal cuando los niños colapsaron o murieron. La enfermera dañó a los bebés de maneras que eran difíciles de detectar y persuadió a sus colegas de que sus colapsos y muertes eran normales, dijeron.
Los primeros bebés de los que acusaron a Letby de atacar eran mellizos. Un bebé, conocido como niño A, tenía solo un día cuando murió a principios de junio de 2015, mientras que su hermana mayor sobrevivió a un intento de asesinato.
Después de la muerte de dos hermanos trillizos con 24 horas de diferencia en junio de 2016, Letby fue retirada de la unidad neonatal y asignada a tareas administrativas.
Dos años después, en julio de 2018, fue detenida por primera vez. En su tercer arresto en noviembre de 2020, Letby fue acusada formalmente y puesta bajo custodia.
Durante el juicio, la fiscalía describió a Letby como una mujer “calculadora”, que “engañaba” a sus colegas haciéndoles creer que el aumento de las muertes de bebés era “solo una racha de mala suerte”.
Se le dijo al jurado que Letby estaba de turno cuando cada uno de los bebés colapsó. Algunos de los recién nacidos fueron atacados justo cuando sus padres dejaban sus cunas.
El tribunal escuchó que Letby tomó un interés inusual en las familias de sus víctimas, buscándolas en las redes sociales.
También envió una tarjeta de pésame a los afligidos padres de un niño del que más tarde fue declarada culpable de asesinato.
Las notas escritas a mano encontradas durante los registros policiales en la casa de Letby se encontraban entre las pruebas vistas por el tribunal, una de las cuales decía “Soy malvada, hice esto” escrito en letras mayúsculas.
(Con información de agencias)
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