De pronto la chispa se encendió. Y lo que comenzó con las habituales discusiones y corridas terminó a las trompadas. La tribuna principal de
Belvedere fue escenario de una pelea entre hinchas de Liverpool y Peñarol que volvió a poner en vilo la seguridad.
Antes del partido se habían tomado todas las previsiones. Se utilizó el nuevo y costoso sistema que adquirió la Asociación Uruguaya de
Fútbol, el de las cámaras móviles de seguridad y todo aquel que ingresaba a Belvedere podía ver un enorme ojo colocado a la izquierda de la puerta. Este sistema registró a cada una de las personas que ingresaron a la cancha, según pudo comprobar Referí en la carpa que se instaló a escaso metros de la puerta.
Sin embargo, bastó que Peñarol anotara el primer gol del partido para que estallara la bronca. Algunos parciales aurinegros que fueron a la tribuna de Liverpool gritaron el gol y se armó.
Primero los denunciaron, entonces la seguridad privada del elenco negriazul fue al sector, en el medio de la tribuna, y sacó a toda la gente de Peñarol. El problema se agravó cuando caminaban hacia la salida y llegaron a la zona de cabinas, comenzaron los insultos, los empujones y se fueron a las manos. Volaron piñas para todos lados. El presidente de Liverpool, José Luis Palma, que miraba el partido parado contra ese rincón, fue sorprendido.
Intervino para separar y calmar los ánimos junto con la guardia del club local. El incidente se extendió unos cinco minutos. La Policía, que no ingresaba a las canchas, tomó cartas en el asunto y aparecieron guardias de la Repúblicana en la tribuna en procura de retirar a los hinchas aurinegros. Luego se quedaron en la zona del problema.
Al poco rato el encargado de seguridad de la
AUF, Edgard Ten Hoever, apareció en la tribuna.
¿Cómo fueron estos hinchas al sector negriazul? Es la gran interrogante. ¿De quién fue el error? ¿Del que saca la entrada para un sector que no le corresponde o del que la vende? ¿Cómo sabe el que vende la entrada que esa persona es hincha de Peñarol?
El fin de semana estuvo caliente. El sábado se generó una trifulca en el partido de sub 17 entre negriazules y aurinegros que obligó a su suspensión y no se jugó el encuentro en sub 16. l