La exfiscal que comenzó la investigación del caso Astesiano, Gabriela Fossati, se retiró de fiscalía y en entrevista con El Observador habló de algunos detalles de la investigación más mediática de los últimos años.
Uno de los puntos que abordó la fiscal fue sobre las "características personales" que deben tener los que "ejercen el rol de custodio (presidencial)". Alejandro Astesiano era el jefe de custodia del presidente Luis Lacalle Pou cuando fue detenido en setiembre de 2022 en la residencia de Suárez y Reyes.
La fiscal defendió su actuación durante la investigación y aseguró que de haber investigado a los custodios de anteriores presidentes se hubiera encontrado información similar.
"No hubo otro caso en el que un fiscal le pidiera a un juez y un juez autorizara ir a detener al custodio del presidente a la casa del presidente", señaló. "No tengo dudas que si eso hubiera pasado con los custodios de (José) Mujica o de Tabaré Vázquez se hubiera encontrado mucha información también", dijo Fossati sonriendo.
Ante la pregunta de ¿Mucha información de qué tipo?, la exfiscal contestó riendo: "Y... Parecida a la de Astesiano".
"Porque quienes ejercen el rol de custodio tiene que tener unas características personales que no las tiene solo Astesiano", agregó.
Fossati apuntó también a que "la existencia de una persona como Astesiano es algo que se modificó en la Presidencia de Tabaré Vázquez porque antes eran todos profesionales".
Uno de los puntos clave de la investigación fue el celular del excustodio.
Astesiano, dijo la fiscal, fue detenido "como un ciudadano común" a fines de setiembre de 2022 en la residencia presidencial de Suárez y Reyes a la vuelta de un viaje con el presidente Luis Lacalle Pou.
Hubo un “problema de comunicación” y la detención “no se cumplió como estaba prevista". El escenario inicial, según relató, en el que ella pedía detener a Astesiano y todos sus dispositivos electrónicos, había cambiado. Se encontró con que el custodio estaba en la residencia presidencial y llevaba consigo un solo teléfono.
A Fossati le comunicaron que, a cambio de entregar el teléfono de Astesiano –que era propiedad de Presidencia–, Lacalle Pou pedía que se excluyeran sus conversaciones con el excustodio. Eso no le pareció “atípico” porque podía haber información sensible sobre su seguridad o la de su familia. Pero cuando el hecho se divulgó públicamente, el presidente le hizo saber que no había dado tal orden, que ponía a disposición su teléfono y que no había borrado ningún chat. Entonces, se analizó el celular del mandatario en base a palabras claves. “Pedimos muchísimas: había empresas, nombres de todos los involucrados, no había nada comprendido en la investigación que no estuviera”, insiste Fossati.
Antes de dejar la investigación y ser reemplazada por Sabrina Flores, Fossati consiguió la condena, a través de un acuerdo, del exjefe de custodios presidenciales Alejandro Astesiano a una pena de cuatro años y seis meses de prisión por los delitos continuados de conjunción del interés personal y del público, asociación para delinquir, revelación de secreto y tráfico de influencias por todas las causas en las que se investigó.
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