Los senadores que participaron el pasado 24 de octubre en la sesión de la Comisión de Control y Supervisión del Sistema de Inteligencia del Estado recibieron este jueves un par de sugerencias. Una, presentarse en forma voluntaria ante la fiscalía que indaga la filtración de información que se produjo ese día de la información reservada aportada por el titular de la Secretaría de Inteligencia Estratégica, Álvaro Garcé. La otra, que ofrezcan también en forma voluntaria sus teléfonos celulares para ser periciados y poder determinar así el responsable de la filtración.
Así fue definido —a sugerencia del diputado César Vega (PERI)— luego de una reunión urgente en la que participaron la vicepresidenta Beatriz Argimón y los coordinadores de las bancadas de ambas cámaras del Parlamento, sobre un suceso definido como “gravísimo” en forma unánime, pero sobre el que existen diferentes interpretaciones según de qué sector político se trate.
Por ejemplo, en el Frente Amplio. “Queremos conocer toda la verdad sobre este episodio tan triste —remarcó en conferencia de prensa la senadora Liliam Kechichian—. En lo que sí discrepamos es en que todos los ojos estén puestos en los senadores”.
La oposición considera que el documento “filtrado” circuló por varios organismos del Estado fuera del Parlamento. Kechichian mencionó allí a los ministerios de Defensa, Interior y Economía, junto con varias agencias que, a su vez, coordinan con la oficina dirigida por Garcé. La senadora agregó que la normativa vigente obliga además a que este tipo de documentos se manejen con una extrema “trazabilidad”, que, a su juicio, Garcé no pudo garantizar y que, indicó, permitió cierta “vulnerabilidad” sobre su reserva.
En nombre del Frente Amplio, Kechichian reclamó que el Poder Ejecutivo abra su propia investigación para determinar si la filtración no salió eventualmente de alguna de sus reparticiones. “No debemos de ser los únicos —protestó—. Debe haber otros organismos investigados”.
Una visión distinta aportó su colega Raúl Lozano (Cabildo Abierto), que presidió la comisión el día de la filtración. Lozano adelantó que irá voluntariamente a la sede fiscal a ponerse a disposición y aportar su teléfono celular. Al respecto, marcó un matiz con Kechichian. Según dijo, entre la información difundida por la prensa se incluyeron muchos datos que habían sido conversados entre los legisladores.
Además de Lozano, ese día estuvieron presentes los frenteamplistas Daniel Caggiani, Micaela Melgar, Diego Reyes y Mariano Tucci, los nacionalistas Gustavo Penadés, Graciela Bianchi y Álvaro Viviano, el colorado Raúl Batlle y Luis Alberto Posse (Partido de la Gente). Con aviso, faltaron el frenteamplista Mario Bergara, el nacionalista Sebastián Andújar e Iván Posada (Partido Independiente). Sin aviso, se ausentó César Vega.
A solicitud de Garcé, ese día la comisión funcionó sin secretarios, taquígrafos ni personal de amplificación del Parlamento. El titular de la Secretaría de Inteligencia Estratégica del Estado fue el que presentó denuncia sobre el tema en Fiscalía, luego de que TV Ciudad difundiera parte del “plan estratégico” que presentó ante la comisión y que, supuestamente, debía ser reservado. A nivel parlamentario, se habla del inicio de una investigación administrativa.
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