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Exfigura de la Fórmula 1 se someterá a cirugía a corazón abierto que pone su vida en peligro: “Existe el riesgo de lo peor”
Se suponía que sería sólo un control de salud de rutina, un poco más extenso de lo normal. Sin embargo, el descubrimiento de noviembre trastocó los planes del piloto Heikki Kovalainen para 2024.
Kovalainen, de 42 años, corrió carreras de resistencia en Helsinki un martes de noviembre y se maravilló de lo ligero que se sentía. Al día siguiente, el médico tenía algo que decir. En Fórmula 1 corrió como compañero de equipo de Michael Schumacher en la escudería McLaren Mercedes.
"La condición física disminuye con bastante frecuencia durante la temporada y los primeros entrenamientos más duros del invierno pueden resultar agotadores. Me sorprendió un poco que haya ido tan bien. Al día siguiente dejó de hacerlo", dijo Kovalainen.
Ya había hablado con un médico que conocía en el verano sobre que un chequeo médico más completo podría ser una buena idea. Al final de la temporada de rallyes se encontró el momento adecuado.
La idea era revisar la columna vertebral y el cuello, que están sometidos a una gran tensión al volante de un coche de carreras. Sin embargo, nunca llegaron a eso.
En la ecografía del corazón se encontró una aorta agrandada.
Se tomaron imágenes del corazón con aún más detalle y el mensaje del médico fue claro: se debe evitar cualquier actividad física, incluso la más extenuante. Kovalainen dice que el descubrimiento fue más una sorpresa que un shock.
"Pude tomarlo con sorprendente calma", sostuvo.
Y agregó: "Ha habido muchos acontecimientos sorprendentes en la vida y he aprendido a tomarlo con calma".
Kovalainen ha seguido seminarios web, sediento de información sobre su situación. En total habló con una decena de cardiólogos y cirujanos finlandeses y extranjeros. La opinión de todos era la misma: la aorta se había expandido tanto que se superó el umbral quirúrgico.
La opción tomada por Heikki Kovalainen en compañía de los especialistas confluyen en una cirugía a corazón abierto, que tiene sus propios riesgos: “Es una operación tan grande que siempre existe el riesgo de lo peor. Sin embargo, la aorta se ha dilatado tanto que se supera el umbral quirúrgico. Además, la operación tendrá que realizarse en algún momento de todos modos. Por eso, posponerla a los próximos años tiene poco sentido”.
