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En pleno operativo policías se encontraron con el ministro Martinelli
Un patrullero hacía su recorrido diario de la madrugada en la zona de Cerro Pelado, cuando por la radio avisaban, sobre la 1.30 de la madrugada, de un tiroteo con posibles heridos. Sabían que se habían efectuado más de siete disparos.
Camino hacia allí, el policía que manejaba se dio cuenta de que más adelante iban dos camionetas a una marcha que le llamó la atención. No eran de la zona —las hubiesen reconocido— y uno de los vehículos era de alta gama. Le comentó a su copilota:
—Estos deben ser narcos que están repartiendo en las bocas.
Los siguieron unas cuadras. Al ver que las camionetas —ellos veían a la de más atrás, una blanca pick up— no frenaban, el patrullero apagó las luces y empezó a seguir a los dos vehículos de forma sigilosa.
Al doblar en la esquina de la UTU de Cerro Pelado, la camioneta blanca frenó.
Los policías se bajaron del patrullero, y vieron que al mismo tiempo se bajaron de la camioneta. Uno de ellos, vieron, tenía un arma larga.
—Acá preparate —le dijo el conductor a la mujer policía que lo acompañaba. Calcularon que no había ni tiempo de pedir asistencia.
El que se acercaba era un hombre de jean claro, camisa celeste, zapatos marrones.
—¡Es el ministro!
Del lado de la calle, por la izquierda, se había bajado de la camioneta Nicolás Martinelli, que se encontraba de recorrida de manera sorpresiva en barrios de Maldonado. Estaba yendo a Cerro Pelado y, al escuchar por la radio policial sobre los posibles disparos en la zona, también estaba yendo a ver qué estaba pasando.
El ministro entonces se puso a conversar con los policías sobre la situación de la zona.
Según supo El Observador, Martinelli realiza estas recorridas sorpresa con el objetivo de conocer de primera mano lo que pasa en los barrios, pero también para supervisar el trabajo de la policía en la calle. Es una práctica que lleva adelante prácticamente todas las semanas: subcomisarías, destacamentos, comisarías o incluso en barrios intervenidos. Casi siempre entre las 23.30 y las 3 de la madrugada.
Antes de cruzarse con el patrullero de Cerro Pelado, el ministro había parado en la ruta Interbalnearia, a la altura del peaje Solís, donde se estaba desarrollando un operativo.
La práctica de aparecer en operativos policiales de forma sorpresiva era habitual en la primera etapa de este gobierno, con Jorge Larrañaga a la cabeza, pero había quedado en pausa cuando después de su muerte asumió Luis Alberto Heber.
Aunque no siempre cae bien entre los policías que patrullan. A partir del episodio en Cerro Pelado, El Sindicato de Policías de Maldonado (Sipolma) analiza sacar un comunicado para reclamar por la falta de información y exponer los posibles riesgos que entienden que una medida sorpresiva de este tipo implica.
