El sábado 11 de febrero será recordado por los franceses como una fecha trascendental. En la cuarta marcha convocada por sindicatos y partidos de izquierda opositores al gobierno de centro de Emmanuel Macron recorrieron las calles y las plazas de todo el país para decir no a la reducción de la edad jubilatoria y al aumento de los años de aporte de los trabajadores y trabajadoras.
Según el diario parisino Le Monde, se trata de una movilización significativamente mayor que la llevada a cabo apenas cuatro días atrás, convocada por el mismo motivo y por los mismos organizadores. Solo en París, la CGT estima que se movilizaron medio millón de personas.
Lejos de perder capacidad de convocatoria, ya que es la cuarta vez que se manifiestan, los cálculos indican que fue igual o mayor que la cantidad de franceses que lo hicieron en la marcha más numerosa que precede a esta, que fue el 31 de enero. En ese día marcharon personas jubiladas, trabajadores en actividad y quienes simplemente están en desacuerdo con el proyecto de Macron.
El objetivo de estas marchas, que continuarán el 7 de marzo como fecha tentativa según los organizadores es que el gobierno retire su propuesta de retrasar la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030 y de adelantar a 2027 la exigencia de cotizar 43 años y no 42 como ahora para poder cobrar una pensión completa, sin tener que esperar a cumplir 67 años.
Pero, además de una marcha, el 7 de marzo, los sindicatos podrían lanzar un paro y ese paro podría ser por tiempo indefinido. Así lo dijo el líder de la CGT, Philippe Martinez, del gremio de los ferrocarriles, un sector muy combativo y con capacidad si de paralizar buena parte del movimiento urbano e interurbano. Cabe recordar que la CGT fue muy activa contra el primer intento de reforma de las pensiones de Macron que quedó de lado durante las restricciones tomadas durante la pandemia.
Una mayoría de franceses, dos de cada tres, según los sondeos, se oponen a la reforma. El argumento oficial es que el proyecto de ley busca acercar la edad de jubilación a la de sus vecinos en Europa y evitar un futuro déficit en la caja de las pensiones.
Desde Bruselas, el viernes Macron había pedido a los sindicatos "responsabilidad" para no bloquear el país. La marcha, siendo un sábado, lejos de provocar disturbios y bloqueos, le mostró al mandatario la realidad social que afronta.
La policía en algunos casos, como se ve en este tuit, actuó con inusitada violencia contra los manifestantes.
En la Asamblea Nacional, los diputados partidarios de Macron tienen a la centroderecha como fuerza aliada a esta propuesta que lleva semanas de tensión en el país.
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