El Reino Unido adjudicó un contrato de US$ 4.900 millones para construir un submarino nuclear

El Ministerio de Defensa informó que el contrato con BAE Systems, Rolls-Royce y Babcock "representa un hito importante tanto para el Reino Unido como para el programa trilateral AUKUS en su conjunto".

El nuevo buque, el primero de una serie de cuatro conocidos como SSN-AUKUS, "serán los submarinos de ataque más grandes, más avanzados y más poderosos jamás operados por la Royal Navy y combinarán sensores, diseño y armamento líderes en el mundo en un solo barco", señaló la cartera de Defensa.

Según anunciaron el primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro australiano, Anthony Albanese, al informar los detalles del pacto trilateral AUKUS en marzo último, el primer submarino entrará en servicio a fines de la década de 2030, y los tres australianos lo harán a principios de la década de 2040.

Los planes para los SSN-AUKUS fueron revelados en marzo por los tres mandatarios durante una reunión que mantuvieron en la base naval estadounidense de Point Loma, en San Diego, California, con el objetivo de contrarrestar a China en la región de Asia-Pacífico.

Según los especialistas en temas de defensa, el anuncio de los tres presidentes y el programa AUKUS en términos generales marcan la primera vez que Washington comparte tecnología de propulsión nuclear con un país distinto del Reino Unido, y representa una mejora muy significativa para la actual flota de propulsión diésel de Australia.

El Ministro de Defensa australiano, Richard Marles, describió anteriormente el acuerdo AUKUS como "el mayor paso adelante en nuestra capacidad militar que hemos tenido desde el final de la Segunda Guerra Mundial".

Bajo AUKUS, Washington también tiene la intención de vender a Canberra hasta cinco de sus submarinos de propulsión nuclear de clase Virginia a principios de la década de 2030, además de desplegar submarinos estadounidenses y británicos en Australia Occidental a partir de 2027 para ayudar a entrenar a las tripulaciones australianas.

Los analistas occidentales consideran que el programa AUKUS fortalecerá la disuasión frente a las acciones cada vez más asertivas de China en el Pacífico, incluido el Mar de China Meridional, donde Beijing ha construido bases militares en varios afloramientos y arrecifes en disputa con los países de la región, como Corea del Sur y Japón.

Los especialistas añaden que la capacidad de los SSN-AUKUS para operar en aguas en disputa, interceptar buques de guerra, controlar rutas marítimas estratégicas y lanzar misiles de crucero de largo alcance los convierte en una de las formas más efectivas de complicar la planificación militar china.

Destacan también el hecho que los SSN-AUKUS de Estados Unidos, el Reino Unido y, con el tiempo, los australianos operarán como una fuerza combinada que obliga a Beijing a considerar la posibilidad de que una acción militar contra cualquier nave de algunos de esos países podría desencadenar la participación conjunta de Washington, Londres y Canberra.

Mientras tanto, China ha calificado el programa AUKUS como un “acto ilegal de proliferación nuclear”. Su Ministerio de Asuntos Exteriores acusó a los tres aliados de avanzar “por un camino equivocado y peligroso para sus propios intereses geopolíticos”. El pacto AUKUS surge de una “mentalidad de Guerra Fría que sólo motivará una carrera armamentista, dañará el régimen internacional de proliferación nuclear y perjudicará la estabilidad y la paz regionales”, afirmó la cancillería.

(Con información de agencias)