El príncipe Jorge de Inglaterra, tercero en la línea de sucesión al trono de su bisabuela, vivió este jueves su primer día de escuela. Su madre, Catalina, no lo pudo acompañar porque está con naúseas por el embarazo de su tercer hijo, que anunció días atrás.
Jorge, de cuatro años, llegó a la escuela privada Saint Thomas -en el barrio londinense de Battersea- de la mano de su padre, el príncipe Guillermo.
El niño vestía un uniforme azul marino, con pantalones cortos y un buzo de cuello en V, del que asomaba una camisa azul cielo. En los pies tenía mocasines negros con calcetines.
La directora del centro -Helen Haslem- salió a esperar al pequeño, que caminaba cabizbajo y muy pegado a su padre. Haslem expresó su esperanza de que Jorge "tenga la confianza suficiente para ser él mismo", en declaraciones a la agencia Press Association.
Según la página del centro educativo Saint Thomas, se reciben allí a 560 alumnos de entre 4 y 13 años, y ofrecen cursos de arte, ballet, teatro, francés e informática, poniendo el acento en valores como la amabilidad, la cortesía, la confianza, la humildad y la generosidad.
La guía británica de las mejores escuelas "The Good Schools Guide" la describe como un establecimiento "un poco caótico" para "padres cosmopolitas que quieren dar a sus hijos la mejor educación inglesa que el dinero puede comprar".
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