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El presidente keniata William Ruto suspende moratoria sobre explotación forestal
El mandatario keniata William Ruto puso fin a la moratoria que, desde hace seis años, regía sobre la explotación forestal de su país. “Es una decisión esperada desde hace mucho tiempo y busca crear empleos y desarrollar los sectores de la economía que dependen de los productos forestales”, dijo.
“No podemos tener árboles maduros pudriéndose en los bosques mientras los habitantes padecen por la escasez de madera. Es una locura”, declaró el presidente Ruto durante un servicio religioso en Molo, a unos 200 kilómetros al noroeste de Nairobi, la capital de Kenia.
Y agregó: “Por eso, decidimos abrir el bosque y recolectar madera, para crear empleos para nuestros jóvenes y abrir empresas”.
Ruto, un mandatario plantado en la primera línea de su continente en cuestiones de lucha contra el cambio climático, afirmó que su gobierno mantendrá su objetivo de plantar 15.000 millones de árboles en los próximos diez años.
La prohibición de explotación forestal había sido impuesta por el gobierno anterior a su mandato, en febrero de 2018, en los bosques públicos y comunitarios, para erradicar la explotación ilegal endémica y aumentar la superficie forestal del país un 10%.
Según un documento de Greenpeace África, la suspensión de la moratoria podría tener “consecuencias medioambientales catastróficas”.
La ONG había alertado durante el pasado mes de junio, cuando peticionó contra la iniciativa gubernamental, que “en Kenia, los bosques albergan especies raras y amenazadas, y millones de personas dependen de estos bosques para su subsistencia, para alimentarse y curarse”.
“Desde que el gobierno keniata impuso la prohibición de la explotación forestal hace seis años, hubo progresos significativos en la protección de los bosques y en la lucha contra la crisis climática”, agregó la filial africana de Greenpeace.
Según las estadísticas distribuidas por el gobierno de Ruto, en 2022, la explotación forestal contribuyó en un 1,6% al Producto Bruto Interno de Kenia, donde los bosques cubrían un 8,8% del territorio.
