El Parlamento de Kenia aprobó el despliegue de su fuerza policial en Haití

Haití, el país más pobre de América Latina y el Caribe, es blanco de la violencia de las organizaciones criminales que controlan ya el 80% de la capital, Puerto Príncipe, situación que disparó  el número de crímenes graves como secuestros y asesinatos a niveles récords, según la representante de la ONU en el país.

"El sí gana", declaró la vicepresidenta del parlamento de Kenia, Gladys Boos Shollei, tras haber pedido a los diputados que se pronunciaran al respecto. Sin embargo, cualquier despliegue está suspendido hasta que el máximo tribunal de Nairobi examine un recurso presentado por políticos de la oposición, que objetan la misión por considerarla inconstitucional.

La misión, largamente discutida en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU sin acuerdo entre las principales potencias, cuenta con los apoyos de Estados Unidos y Canadá, dos países que se comprometieron a aportar recursos financieros y materiales, aunque todavía carece de las precisiones requeridas para su despliegue.

Kenia ha participado en varias operaciones de mantenimiento de la paz en diferentes países, como República Democrática del Congo, Somalia y Liberia, entre otros. No obstante, el gobierno es blanco de críticas por querer enviar a policías kenianos a Haití, un país considerado como inestable y peligroso, y en el que las fuerzas de seguridad deberán actuar en entornos urbanos, lo que acreciente todavía más los riegos.

Por su parte, organizaciones defensores de los derechos humanos agregan que la policía keniana tiene antecedentes de utilizar la fuerza a veces de forma letal contra los civiles y que esto supone un riesgo importante en Haití, donde las tropas extranjeras ya han cometido múltiples abusos en el pasado. De allí que uno de los impulsores de la demanda por inconstitucional, Ekuru Aukot, afirme que se trata de una "misión suicida" para los efectivos.

Según indicó el ministro del Interior de Kenia, Kithure Kindiki, el presupuesto global asignado por los países de la ONU que aportarán los fondos asciende a unos US$ 600 millones para 2024. "No estamos enviando una fuerza de ocupación, estamos enviando una fuerza para apoyar a las estructuras que ya existen en este país a petición suya", argumentó Kindiki ante los legisladores.

Por su parte, el presidente keniano, William Ruto, afirmó que se trata de una "misión para la humanidad" en un país que afirmó que “fue asolado por el colonialismo”.

El Consejo de Seguridad de la ONU dio luz verde a principios de octubre al envío a Haití de una misión multinacional liderada por Kenia para ayudar a la policía. La resolución, adoptada por 13 votos a favor y con las abstenciones de China y Rusia, señala sin embargo que la "misión multinacional de apoyo a la seguridad" no pertenece a la ONU y que tendrá "un periodo inicial de doce meses", con una revisión al cabo de nueve meses.

(Con información de AFP)