Sergio Ramos volvió el lunes a Sevilla luego de labrar una excelente carrera entre Real Madrid, Paris-Saint Germain y la selección español durante 18 años.
Más de 22 mil espectadores fueron de noche al Sánchez Pizjuán para darle la bienvenida.
El jugador lloró de emoción al hablarle a sus hinchas.
Sin embargo, el gran momento de la noche se dio cuando sus hijos fueron a abrazarlo y luego lo hizo su esposa, la actriz y modelo Pilar Rubio.
Ambos se dieron un apasionado beso que hizo explotar al estadio de aplausos, gritos y excitación generalizada.
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