Palmeiras y Flamengo volvieron a Montevideo para jugar este sábado la final única de la Copa Libertadores de América 2021 con el Estadio Centenario remodelado luego de un apoyo económico de US$ 5 millones por parte de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), encuentro que se disputará a la hora 17 y se podrá ver en vivo por ESPN y ESPN HD.
Ambos equipos han vivido en suelo uruguayo momentos muy buenos –como cuando Flamengo obtuvo su primera Libertadores en 1981 contra Cobreloa–, pero casi nunca estuvieron exentos de vivir serios inconvenientes dentro de la cancha.
Palmeiras buscaba su primer título continental en la tercera final que se jugaría en Montevideo. Le había ganado las dos semifinales a Peñarol 1-0 y 2-1.
Enfrente, estaba Estudiantes de La Plata de Osvaldo Zubeldía, que también iba por su primera Copa Libertadores. Las dos finales habían terminado 2-1 en La Plata y 3-1 en San Pablo.
El equipo argentino era famoso ya por las mañas de muchos de sus futbolistas dentro de la cancha en un torneo que era muy diferente al de hoy, sin TV y en el que los árbitros no veían muchas cosas que sucedían.
Carlos Bilardo era uno de los futbolistas destacados de aquel plantel.
Cuando llegó a Montevideo, quiso conocer a los alcanzapelotas. “Quiero arreglar con los alcanzapelotas”, dijo en una reunión con Carlos Pachamé y Óscar Malbernat.
Fue al Centenario y habló con tres jovencitos. Cuando le dijo que pretendía arreglar con ellos para que obedecieran a los futbolistas de Estudiantes si había que hacer tiempo con el balón afuera. “Tiene que hablar con Paco, señor”, le dijo uno.
Cuando apareció Paco, le dijo que quería garantías y entonces se quedó con las pelotas con las que entrenó Estudiantes.
Ese Paco, era nada menos que Paco Casal, quien con los años, se transformó en el empresario futbolístico más importante del fútbol uruguayo.
Estudiantes ganó 2-0 y no necesitó del tiempo pedido a los alcanzapelotas quienes se hicieron de unos relojes nuevos gracias a las negociaciones de su líder de entonces, Paco.
Flamengo había ganado la primera final en Maracaná 2-1 y en Santiago, perdió 1-0.
En ese último encuentro que llevó a que la finalísima se jugara en el Estadio Centenario, hubo agresiones importantes. El capitán local, Mario Soto le pegó un codazo brutal al delantero Lico, cuyo ojo izquierdo desapareció bajo el hematoma, y a su vez, le abrió la ceja de Adílio.
El técnico de Flamengo, Paulo César Carpegiani, quien por una lesión había dejado el fútbol ese año en dicho club y tenía apenas 32 años, no se olvidó de ese hecho. Cuando la final de Montevideo estaba liquidada con su equipo ganando 2-0, hizo ingresar a Anselmo, un jugador de la Tercera división de 22 años, quien había visto el partido jugado en Chile, desde su casa y por TV.
“Ya termina el partido y somos campeones, Entrá y pegale una buena piña al número 4 (Soto)”, le dijo.
El futbolista, quien no jugaba con el equipo principal, ingresó y cumplió la orden enseguida.
El primer línea, Juan Daniel Cardellino, le avisó al árbitro, también uruguayo, Roque Cerullo, quien lo expulsó inmediatamente. No duró ni un minuto en cancha.
Los nueve jugadores que quedaban de Cobreloa en cancha -habían sido expulsados en el primer tiempo Armando Alarcón y Eduardo Jiménez-, lo corrieron y lograron golpearlo. Y lo consiguieron.
Luego, la Policía -en plena dictadura uruguaya- se lo llevó detenido.
Anselmo, se tuvo que ir sin pena ni gloria de Flamengo, pasó a Botafogo de San Pablo y hoy vive en Portugal.
En este video se puede ver los testimonios de Zico, el propio Anselmo, Júnior y el chileno Soto. También cómo se lleva la Policía a Anselmo tras la expulsión y sobre los 3 minutos 18, los incidentes de esa noche:
Nacional había perdido en la ida jugada en Maracaná la semifinal de ida ante Flamengo por 2-1. Uno de los goles de los brasileños lo había convertido Renato Gaúcho, el actual entrenador del conjunto carioca que jugará la final contra Palmeiras.
En la vuelta, jugada en el Centenario, perdía 3-0 -Renato había convertido el segundo- Nacional jugaba muy mal y parte de la barra bajó de la Tribuna Ámsterdam hasta el talud.
Esos hinchas destrozaron parte de los bancos de hormigón que se habían construido para la Copa de Oro de 1980-81 y comenzaron a tirar pedradas enormes al campo de juego.
Iban 77 minutos y el árbitro argentino, Juan Carlos Loustau, suspendió el encuentro, por lo que Flamengo clasificó a la final que perdería con Sao Paulo por penales.
Lo peor para el fútbol uruguayo fue que a partir de allí, la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), decidió dejar de utilizar los taludes, por lo que los bancos de hormigón fueron quitados del Centenario.
Peñarol venía de ganarle por el grupo de la Copa Mercosur 1999 a Nacional 2-1 y en cuartos de final, había superado a Olimpia de Paraguay. Ya en semifinales, había perdido la semifinal de ida dirigido por Julio Ribas en Maracaná 3-0 ante Flamengo.
El partido de vuelta se jugó en el Centenario y hubo jugadas muy bruscas.
Peñarol tenía que ganar por goleada para clasificar y logró llevarse los tres puntos en la hora a través de su actual director deportivo, Pablo Bengoechea, de penal. El entonces capitán aurinegro, también había convertido un golazo de tiro libre.
Cuando terminó el partido, el Rifle Pandiani, hoy técnico de Cerro, se trenzó con un rival y comenzó una batahola generalizada de la que solo no participó Bengoechea.
Hasta el ayudante de Ribas, Carlos Barcos, se metió y todo Flamengo se metió a las corridas por el túnel que da a la Colombes.
En este video se aprecia lo que fue el tremendo lío entre Peñarol y Flamengo de 1999:
En la Copa Libertadores de 2017, Palmeiras le ganó 3-2 a Peñarol en el Estadio Campeón del Siglo y al término del partido, se armó un gran lío con el capitán Felipe Melo, el mismo que jugará este sábado como titular frente a Flamengo. Con muchos años de profesional, el volante logró sacar de las casillas a todos sus rivales, quienes, a su vez, entraron en su juego.
Yeferson Quintana y Nahitan Nández discutieron cara a cara con él y luego Melo golpeó en el rostro a Matías Mier.
El colombiano Yerry Mina, aprovechó el lío y se llevó el trípode de un fotógrafo.
En este video se aprecia lo que ocurrió dentro de la cancha al finalizar aquel partido:
Los problemas se trasladaron a las tribunas cuando los hinchas de Palmeiras rompieron el pulmón de la Tribuna Guelfi y agredieron a los seguidores aurinegros.
A Peñarol le cerraron su estadio un partido, y fueron expulsados de oficio por Conmebol, Lucas Hernández, Nández y Mier, por cinco encuentros, e Iván Villalba, con dos, y hasta esta semana, Felipe Melo tenía prohibida la entrada al Uruguay, algo que se arregló a último momento.
Inicio de sesión
¿Todavía no tenés cuenta? Registrate ahora.
Para continuar con tu compra,
es necesario loguearse.
o iniciá sesión con tu cuenta de:
Disfrutá El Observador. Accedé a noticias desde cualquier dispositivo y recibí titulares por e-mail según los intereses que elijas.
Crear Cuenta
¿Ya tenés una cuenta? Iniciá sesión.
Gracias por registrarte.
Nombre
Contenido exclusivo de
Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.
Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá