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Con 196 policías asociadas de todo el mundo, Interpol cumple un siglo
La Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) cumple 100 años luchando contra el crimen, pero también marcada por la polémica sobre sus “notificaciones rojas”, que algunos estados utilizan para perseguir a rivales políticos.
Como hace un siglo, cuando fue creada, más de mil funcionarios de todo el mundo se dieron cita esta semana en Viena para la 91 asamblea general de Interpol, organización nacida en la misma capital austriaca.
"Hemos pasado de una estructura de 20 países miembros en 1923 a 196 miembros en la actualidad", resaltó el alemán Jürgen Stock, secretario general de Interpol.
Después de la II Guerra Mundial, esta "plataforma de intercambio de información" entra las policías de diferentes países instaló su sede en la ciudad de Lyon, en centro este de Francia.
La principal misión de Interpol es transmitir a sus miembros avisos de búsqueda, conocidos como "notificaciones rojas", emitidos por la justicia de un país.
El objetivo es facilitar el arresto de estos sospechosos, calificados de "personas buscadas" ("wanted persons")
"Ayudamos a conectar continentes para identificar y localizar delincuentes fugitivos", dice Stock, 64 años.
Las notificaciones rojas sirvieron para detener en 2008 al exlíder político serbio de Bosnia Radovan Karadzic, prófugo durante casi 13 años, o el asesino en serie francés Charles Sobhraj, conocido como "La Serpiente".
Con la ayuda de Interpol, Italia también ha logrado en los últimos años reforzar su control sobre la 'Ndrangheta, la mafia calabresa, la más poderosa de la península.
La base de datos de la organización contiene 125 millones de archivos policiales y se realizan 16 millones de búsquedas diarias.
Además de su labor de lucha contra la delincuencia, Interpol lanzó en mayo una campaña en la que pedía al público que identificara los cadáveres de 22 mujeres encontrados durante varias décadas en Alemania, Bélgica y los Países Bajos.
Gracias a esta iniciativa, una de ellas, llamada "la mujer de la flor tatuada", asesinada en 1992, pudo recuperar su nombre: Rita Roberts.
Perseguir al opositor
Pero detrás de estos éxitos, la organización está acusada de ser utilizada por algunos Estados para rastrear a sus disidentes.
En 2014, poco después de asumir el cargo, el policía alemán Jürgen Stock abordó este problema y formó un equipo de unos cuarenta expertos, encargados de controlar los avisos de búsqueda antes de su publicación.
"Por supuesto, analizamos la situación geopolítica en el mundo y verificamos el cumplimiento de los avisos", asegura el secretario general.
En 2022 fueron cancelados 1.465, de un total de unos 70.000 válidos, lo que equivale a "un pequeño porcentaje".
"Si un expediente tiene dimensiones políticas, militares o religiosas, si tenemos dudas, Interpol se retira de inmediato", asegura el funcionario.
Varios Estados están actualmente bajo vigilancia de la organización, incluida Rusia, que ya no puede transmitir avisos directamente a otros miembros desde que invadió Ucrania.
Desde hace más de un año y medio, sus peticiones pasan primero por la secretaría general de la organización para verificarlas.
Aun así, "se pueden cometer errores, simplemente porque no existe una definición comúnmente aceptada de terrorismo", reconoce Stock a la luz de los casos señalados por la ONG londinense Fair Trials, integrada a la gestión de la plataforma policial mundial.
Cuestión de dinero
El periodista francés Mathieu Martinière, que publicó en octubre junto a su colega Robert Schmidt una exhaustiva investigación sobre Interpol, advierte sobre "la falta de recursos" de la organización, que contó con un presupuesto de sólo € 155 millones el año pasado (unos US$ 170 millones).
Martinière recuerda que cada año "más de cien personas inocentes escapan a los filtros pero luego pueden ser extraditadas para ser encarceladas".
Otro motivo de preocupación es la elección en 2021 como presidente de Interpol del general emiratí Ahmed Naser Al Raisi, que en Francia fue objeto de una investigación por presunta complicidad en la aplicación de torturas a prisioneros.
Pero ante esta polémica, la organización defiende su independencia y recuerda que el rol de presidente es esencialmente protocolario, por lo que no obstaculiza la labor del conjunto.
(Con información de AFP)
