La continuidad de Pablo Bengoechea como director deportivo de Peñarol, confirmada este lunes en la sede del Palacio Cr. Gastón Guelfi tras la reunión del consejo directivo, pese a tener siete votos de 11 en contra, trajo el primer coletazo.
Evaristo González, hasta este lunes, secretario general de la institución carbonera, renunció a su cargo, por desavenencias con el presidente Ignacio Ruglio y sus tres compañeros oficialistas, que no solo votaron por la continuidad de Bengoechea, sino que volvieron a aplicar el artículo 92 inciso 13 del estatuto de Peñarol que habla pura y exclusivamente, no de los contratados (como son los técnicos o los futbolistas), sino de los funcionarios.
El citado dirigente había mostrado su discrepancia con la forma en que el presidente lleva a cabo las últimas reuniones del consejo directivo.
Además, tildó de "artilugio" esta medida que aplica de que deben conseguirse ocho votos de los 11 y no mayoría (como él y todos los que votaron en contra de Bengoechea entienden).
En ese contexto, este lunes y luego de la votación por la continuidad de Bengoechea, Evaristo dio un paso al costado en su puesto de secretario general del club, según informó una fuente carbonera a Referí.
Ese puesto será ocupado desde ahora por Jorge Nirenberg, uno de los dirigentes más allegados a Ignacio Ruglio.
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