La final de la Copa Libertadores en el Estadio Centenario inundó las calles de la ciudad de camisetas del Flamengo y de Palmeiras, que finalmente obtuvo el título continental con un triunfo 2 a 1.
Según datos de la Dirección Nacional de Migraciones, entre el lunes 22 y este sábado a la tarde ingresaron al país 29.700 hinchas brasileños. El punto con mayor ingreso fue el Aeropuerto Internacional de Carrasco, que recibió a 11.385 personas, y que en su cuenta de Twitter definió el día de la final como una "jornada histórica" debido al alto movimiento.
¡Se vive una jornada histórica en el @aerodecarrasco con nuestro gran equipo dejando todo en la cancha!💪✈ pic.twitter.com/UOP7fP27zS
— AeropuertoDeCarrasco (@aerodecarrasco) November 27, 2021
En segundo orden, por la frontera del Chuy (Rocha) llegaron 7.613 hinchas mientras que por la de Río Branco (Cerro Largo) arribaron 7.088 personas.
Además, hasta el mediodía del sábado, 32 ciudadanos brasileños que estaban en la frontera y pretendían entrar al país para mirar la final no pudieron hacerlo. De acuerdo a lo que informó Migraciones, nueve de ellos fueron rechazados por integrar la "lista negra" de espectáculos deportivos y los otros 23 por no cumplir con la documentación necesaria, o bien, por estar impedidos de entrar a territorio uruguayo.
Desde el gobierno se vio con buenos ojos el número de turistas que llegaron al país y se celebró el posicionamiento que logró Uruguay con la organización de un evento de estas características. El secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, destacó a Subrayado que la organización "funcionó muy bien", al punto que calificó esta instancia como "una fiesta".
"Ojalá sea el primero de varios eventos", señaló el jerarca, quien agregó también que con la final de la Libertadores, de la Sudamericana y de la Libertadores femenina, Uruguay se posicionó "como un país con la capacidad de organizarlo, con la seguridad y el estatus sanitario que da garantía a los que vienen".
El importante marco de público que tuvo la final de este fin de semana contrastó con la imagen que una semana antes había dejado el partido decisivo de la Sudamericana, entre Atlético Paranaense y Red Bull Bragantino, donde por la baja cantidad de entradas vendidas no se habilitaron ni la tribuna Ámsterdam ni la Colombes.
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