Fernando Cáceres fue designado por segunda vez como Presidente del Consejo Iberoamericano del Deporte, distinción que fue recibida en Uruguay como un respaldo y apoyo a la historia de los dirigentes uruguayos, en este organismo que fue creado hace 24 años y que integran los países de habla hispana y portuguesa de América, España y Portugal.
El Secretario Nacional del Deporte uruguayo llegó a la presidencia impulsado por España, que apuntaló la candidatura de Cáceres que permanecerá en funciones hasta 2019.
Cáceres había sido el primer uruguayo en acceder a la presidencia de este Consejo en 2007, en su anterior gestión, en ese momento en el Ministerio de Deporte.
Consultado acerca de lo que implica para Uruguay esta designación, explicó: "Es muy importante desde muchos puntos de vista este organismo internacional, porque allí se definen distintos niveles de acuerdo. Hay uno de consecuencias prácticas directas que es el de los programas de capacitación y formación para deportistas, dirigentes y responsables gubernamentales a través de la estructura principal de los centros culturales y centros de formación de la Agencia Española de Cooperación Iberoamericana (AECI). Esos programas fueron muy importantes en la formación política y técnica para los diferentes actores del deporte. El otro nivel es la promoción de convenios bilaterales y multilaterales y de cooperación de asistencia técnica en donde España juega un papel muy importante, pero también otros países que tienen un desarrollo muy fuerte en el deporte. España dispone de los centros de alto rendimiento para la presencia de deportistas y cuerpos técnicos, o períodos de entrenamientos. Para Uruguay es muy importante porque España es como la cabecera de puente en Europa".
"En un tercer nivel, surge un ámbito de asociación para la realización de eventos en la región (Juegos de la Juventud en Chile, Juegos de la Juventud en Argentina en 2018, las competencias internacionales que impulsó Brasil) y se realiza un trabajo colectivo de impulso conjunto de esas candidaturas que, aunque se decide a través de los Comité Olímpico, los gobiernos inciden".