Botafogo sorprendió en el Parque a Nacional 1-0

Nacional perdió anoche 1-0 ante Botafogo en el Parque Central, comprometió seriamente su suerte en la Copa Libertadores y ahora deberá ir a Río de Janeiro para intentar dar vuelta la llave y clasificarse a cuartos de final.

El tricolor jugó un gran primer tiempo, superó claramente a su rival pero le faltó suerte –además de puntería– para materializar su supremacía ante un Botafogo que jugó a la retranca y que en su primera incursión ofensiva anotó el único gol del partido.

El equipo de Martín Lasarte impuso condiciones desde el arranque para intentar hacer pesar la localía. Paró la línea defensiva bien lejos del área e hizo circular la pelota vertical y velozmente para martillar una y otra vez sobre el área rival.

El Tata González, Santiago Romero y Felipe Carballo imprimieron el ritmo del partido para alimentar a un ataque comandado por Tabaré Viudez por derecha, Sebastián Fernández por izquierda y Hugo Silveira como referencia de área.

Le faltó suerte al tricolor porque a los 13', en una incidencia de pelota quieta, Silveira impactó un balón en el palo, Romero no llegó por cuestión de milímetros a empujarla y en el rebote la diosa fortuna jugó para los visitantes.

También porque sufrió un grosero error del chileno Julio Bascuñán que no cobró un claro penal por mano de Victor Luis.

Botafogo llegó con una idea clara: blindarse atrás, reducir espacios y consumir minutos intentando enlentecer el juego que proponía Nacional en una cancha acelereda por las intensas lluvias.

Cuando ni siquiera había esbozado intención alguna de contragolpe pasó a ganar. ¿Cómo? Con una descarga de Pimpao al flanco ciego de la defensa de Nacional que descuidó la subida del lateral derecho Arnaldo. A su disparo le faltó destreza pero un rebote favoreció a João Paulo que quedó solo –habilitado– ante Esteban Conde y la mandó a guardar con calidad carioca en un equipo que destila mucho más de lo otro: marca, sacrificio y defensa.

Liderado siempre por un inspirado Viudez, que encaró y sacó ventaja en el uno contra uno, Nacional fue en procura del empate.

Estuvo muy cerca a los 43' cuando Fernández aprovechó un grave error de la zaga rival y dejó solo a Silveira que definió increíblemente mal. He ahí la falta de puntería que también condenó al equipo a la derrota: Nacional fue un equipo que no supo aprovechar el momento.

La ausencia de Rodrigo Aguirre pasó de ser algo latente a algo dolorosamente palpable. La gran figura que tienen los tricolores se perdió el partido por un esguince y el equipo fue incapaz de disimular su ausencia.

En el complemento todo cambió. Nacional se quedó significativamente y Botafogo empezó a alejar de su área la zona para ejercer su defensa.

Los ingresos de Kevin Ramírez y Diego Coelho –el debutante en la Libertadores al que tuvo que echar mano Lasarte tras el pobre partido de Silveira– no cambiaron el panorama.

Bajó mucho Viudez en el segundo tiempo. Desaprovechó las pelotas quietas y fue objeto de una marca mucho más celosa y personalizada de los brasileños.

Y el equipo se quedó en blanco, incapaz de generar una sola opción de gol en el complemento. Eso que en el medio local disimula con el peso de algunas de sus individualidades y con el resto físico que puede imponer sobre algunos equipos chicos no se puede tapar a nivel internacional.

Para colmo, Martín Ligüera entró demasiado tarde y Botafogo –con poquito– terminó cómodo sacando un triunfo que lo deja encaminado para eliminar a los tricolores y meterse entre los ocho mejores del torneo. La revancha se jugará el 10 de agosto en Río de Janeiro.