“¡Bien ahí, rey!”, fueron las tres palabras que resonaron desde la camioneta en la que Mauricio Grasso y sus tres amigos viajaban. Aunque no está claro quién pronunció estas palabras, lo cierto es que fueron las últimas antes de que uno de los sospechosos exhibiera un arma.
En otro incidente violento de inseguridad en Mar del Plata, un hombre de 40 años fue asesinado este lunes de un disparo en la cabeza al regresar de una noche de baile con sus amigos. La víctima se desplazaba en una camioneta y el agresor le disparó desde una motocicleta.
El suceso tuvo lugar alrededor de las 4 de la madrugada, cuando Roberto Mauricio Alejandro Grasso y sus cuatro amigos circulaban en una camioneta Toyota Hilux por el cruce de las calles 20 de Septiembre y Moreno, después de disfrutar de una velada en un club nocturno del centro de Mar del Plata.
Según la reconstrucción de los hechos basada en el testimonio de testigos, dos parejas en dos motocicletas realizaban maniobras arriesgadas conocidas como “cortes”. En ese momento, el acompañante situado en el lado derecho de la camioneta expresó: “¡Bien ahí, rey!”.
De manera abrupta y aún sin esclarecer las motivaciones, uno de los ocupantes de las motocicletas extrajo un arma de fuego. En ese momento, los amigos que viajaban en la camioneta se percataron de que Grasso, ubicado en el asiento trasero del lado derecho, había sido alcanzado por un disparo en la cabeza.
A pesar de los esfuerzos del personal de la Unidad Policial de Prevención Local, la llegada de los médicos del SAME confirmó la trágica noticia: Grasso, con domicilio en Moreno, ya había fallecido.
La fiscal Florencia Salas, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción N° 1 de Mar del Plata, catalogó el caso como homicidio y ordenó diversas tareas investigativas para esclarecer los detalles del suceso y dar con el autor del crimen.
Aunque en la intersección de 20 de Septiembre y Moreno no existen cámaras de seguridad, los investigadores están revisando las imágenes de las cámaras municipales y privadas de la zona para intentar determinar la dirección de escape de ambos vehículos y recabar datos de los modelos y números de patentes para identificar a sus propietarios.
De este modo, los peritos de la Policía Científica llevaron a cabo las tareas correspondientes bajo las indicaciones de la fiscal.
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