El Athletic Club se florea ante el Atlético de Madrid y es finalista

Con mucha expectativa e ilusión, el San Mamés recibió a los suyos aunque con disturbios y accidentes en las afueras del estadio entre la policia y los simpatizantes del Atlético de Madrid. El recibimiento al equipo local provocó la demora de la llegada del elenco visitante y un grupo de aficionados fueron agredidos en un bar y fueron trasladados al hospital.

En cuanto al partido, fue un inicio bastante parejo, con ambos equipos buscando profundidad para atacar utilizando sus herramientas, en la mayoría de los casos con balones cruzados largos a espalda de los laterales. El equipo de Simeone intentó adueñarse de la pelota desde el principio para controlar los tiempos, ante un Athletic que ejerció una presión alta.

El conjunto local jugó con la tranquilidad de estar arriba en la eliminatoria los primeros minutos, buscando ensanchar al Atlético y atacar los espacios vacíos tanto con Iñaki como con Nico Williams. Los del Cholo tampoco entraron en pánico, ya que también tomó los recaudos en defensa. No obstante, la amenaza constante de los delanteros del elenco vasco terminó dando sus frutos.

En el amanecer del encuentro y cuando el partido aún no se armaba del todo, Nico Williams recibió por la banda izquierda y armó una gran jugada personal, dejando a dos en el camino y colocó el centro para su hermano Iñaki, que con una volea magnífica marcó el 1-0 parcial y el 2-0 en la eliminatoria.

Los ánimos del Atlético de Madrid cayeron con el gol del local, ya que desde muy temprano se aumentó la diferencia en la eliminatoria. El Athletic, por su parte, continúo insistiendo tras la ventaja con el objetivo de liquidar la historia desde temporano. Estuvo muy bien plantado el mediocampo del equipo de Ernesto Valverde, que manejaron todos los tiempos, la dinámica del juego y la utilizó a su favor.

Se mostró muy vulnerable el elenco de Simeone, con problemas defensivos, en especial a la hora de tomar marcas y por el sector de Mario Hermoso. El Athletic jugó con el resultado a su favor desde un principio y optó por mover la pelota de un lado al otro y mostrarse sólido en defensa para recuperar rápidamente la posesión. Fue dominador y protagonista el equipo vasco durante gran parte de la primera mitad.

El Atlético de Madrid no mostró señales ni generó ocasiones concretas de peligro, en parte por la gran labor del equipo local en líneas generales. Iñaki Willams jugó unos primeros 45 minutos memorables, siendo indecifrable para Mario Hermoso. Muy superior el Athletic en todos los aspectos, creando ocasiones, desequilibrando y atacando constantemente, sumado a la muralla defensiva.

Poco a poco tomó más protagonismo el Atleti y empezó a adelantar sus líneas, utilizando al mejor jugador que tuvo en la primera parte que fue Samuel Lino sobre la izquierda: rompió líneas, cortó hacia adentro con diagonales y conectó cadenas de pases que le permitió aproximarse al arco rival. Sin embargo, algunas imprecisiones del equipo en general en los controles le jugaron en contra.

Le costó mucho entrar y romper el muro defensivo al Atlético de Madrid. Los locales se movieron en bloque, lo que complicó aún más generar chances a los del Cholo que se le hizo cuesta arriba y muy forzado todo, incluso conectar pases y adelantar las líneas. Sumado a eso, quedó muy descompensado en defensa y, producto de esa falencia, llegó el segundo tanto del Bilbao.

Luego de un cambio de frente para Iñaki Williams que recibió en la derecha en soledad y con todo el Atlético de Madrid volcado al ataque, el delantero desbordó y le devolvió la gentileza a su hermano, Nico, que empujó el centro hacia el fondo de la red y aumentó aún más la diferencia para casi sentenciar la serie.

El Athletic casi que definió la serie en la primera mitad, que fue su objetivo. Fue ampliamente superior el local en todos los aspectos del juego. Salió decidio a ganar el encuentro, más que el Atlético de Madrid que estaba obligado a remontar desde un principio. Muy contudente en la ofensiva, ordenado en el mediocampo y muy sólido en defensa. Los del Cholo extrañaron horrores a Griezmann, el único que podía darle movilidad y dinámica a las transiciones ofensivas.

El segundo tiempo estuvo muchos minutos demorados previo a su inicio por que un aficionado se descompensó en la tribuna y estuvo con atención médica. En el primer tiempo sucedió exactamente lo mismo, pero con otro simpatizante y en otro sector del estadio. Momentos más tarde, el juego se retomó.

El desarrollo del cotejo no se modificó en los primeros instante, incluso se mantuvo y se duplicó. En apenas nueve minutos, el Athletic generó dos chances claras de gol, mostrando el hambre de ganar que tiene el equipo que siempre buscó más. De tanto insistir y de tanta superioridad, llegó el tercer gol del Bilbao.

El Athletico movió el balón por todo el frente de ataque hasta que finalmente llegó el centro al segundo poste desde la derecha y, luego del remate de Sanset y el posterior rebote de Oblak, Guruzeta empujó la pelota para estampar el 3-0, pasar a golear y dictaminar el 4-0 en la serie definitivo.

Con la eliminatoria liquidada, el resto del encuentro fue un trámite para el elenco local, que bajó las revoluciones y se tomó un descanso, pero tampoco dejó que la visita ataque. Un Atlético de Madrid desdibujado, ampliamente superado por el Athletic en cada uno de los aspectos de juego que se vió reflejado en el desarrollo y, por supuesto, en el resultado.

En los minutos finales el Atlético comenzó a aproximarse un poco más, pero principalmente porque el Athletic bajó un poco su rendimiento y se lo permitió. Pocas ideas de juego, muchas imprecisiones y falencias defensivas describieron el rendimiento en lineas generales del conjunto dirigido por el Cholo Simeone.

Muy completo y excelente el partido del Athletic. Teniendo la ventaja de la ida, salió a jugar el encuentro con mucha seriedad y autoridad, convencido de liquidar la serie y lo hizo. Muy superior en todas las facetas del juego que tachó al Atlético de Madrid, que se lo vió irreconocible. Muchas falencias defensivas, malas coordinaciones, imprecisiones y falta de dinámica provocaron que los de Simeone la hayan pasado mal a lo largo de todo el encuentro.

El conjunto de Ernesto Valverde se clasifica con mucha autoridad a la final de la Copa del Rey, donde se medirá ante el Mallorca en busca del título. El Atleti, por su parte, perdió una de los dos finales de esta temporada, ya que aún debe remontar en los octavos de final de la UEFA Champions League ante el Inter de Milán.