Áreas gestionadas por el MPP son las más criticadas

El sector del presidente José Mujica está en el centro del debate cuando se cuestiona la seguridad, la educación, la salud y, ahora, las relaciones internacionales.
Los ministros del Interior, Eduardo Bonomi, de Educación, Ricardo Ehrlich, y de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, son los tres del MPP. Al frente de los servicios de salud del Estado estaba Mario Córdoba, también del MPP, hasta que Mujica lo destituyó por problemas de gestión.

Además de tener un nivel educativo cada vez peor en el país, las autoridades de la enseñanza pública están enfrentadas entre sí por la aplicación de un programa propuesto por el Codicen para mejorar los liceos y las escuelas públicas. El proyecto fue rechazado por los directores de Secundaria y luego objeto de negociación.

Todos los jerarcas entreverados en el lío, además de Ehrlich, son del MPP o son allegados a Mujica, como el presidente del Codicen, José Seoane. Los directores “rebeldes” del Consejo de Secundaria, Pilar Ubilla y Fernando Tomeo, también son del MPP.

Por eso en el Frente Amplio (FA), en conversaciones informales, dicen que los problemas de gestión en la enseñanza tienen relación con los problemas internos del MPP. La cúpula de este sector respaldó a los directores de Secundaria y no a Ehrlich, porque dice que el ministro no es un “orgánico” del grupo, aunque representa al sector en el Poder Ejecutivo.

El MPP defiende la autonomía de Secundaria, la misma que Ehrlich, a pedido de Mujica, quiere correr lo más que pueda para llevar adelante los planes del gobierno.
La oposición toda y los sectores no mujiquistas del FA reclaman un cambio de rumbo en la educación, que puede empezar por cortar algunas cabezas.
Inseguridad

La seguridad ciudadana es otro punto flaco del gobierno, aunque es allí donde se empezaron a ver más cambios. La inseguridad es por lejos la principal preocupación de la gente.
El incremento de recursos que consiguió el ministro Bonomi en el presupuesto empieza a reflejarse en algún logro concreto, pero no son ni cerca los que quiere el gobierno. Pese a que el número de rapiñas sigue en aumento, el crecimiento de los delitos se desaceleró.

El ministro es cuestionado de forma constante por la oposición, a lo que se suman ahora críticas desde su propio partido.

Los operativos de seguridad en distintos barrios periféricos en busca de delincuentes son cuestionados por dirigentes socialistas. Incluso entre militantes de base del MPP hay reparos a estos procedimientos represivos que, dicen, estigmatiza a los barrios pobres.

En tanto, blancos y colorados juntan firmas para convocar a un plebiscito que permita juzgar a delincuentes de 16 y 17 años de edad como adultos. El director de la consultora Cifra, Luis Eduardo González, asegura que si hay plebiscito el apoyo mayoritario a la iniciativa es un hecho.

El nuevo flanco abierto del gobierno llegó de afuera, con la acusación de “paraíso fiscal” que hizo a Uruguay el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.

La oposición, y también algunos dirigentes no mujiquistas del FA, apuntaron a la Cancillería por no haber previsto que el Grupo de los 20 (G20), y en particular Sarkozy, iba a mencionar a Uruguay en esa lista. Por esto será interpelado Almagro en el Senado, por el Partido Colorado con el apoyo de los nacionalistas. Al canciller también se le cuestiona haber centrado el conflicto en Francia y no reconocer que detrás del pronunciamiento de Sarkozy estuvo el gobierno argentino de Cristina Fernández de Kirchner, que pidió de forma especial una declaración contra lo que en Buenos Aires llaman “guaridas fiscales”. Desde hace años Buenos Aires reclama información de los argentinos con dinero o inversiones en Uruguay.
Así las cosas, seguridad, educación y relaciones internacionales son tres flancos abiertos del gobierno, los tres dirigidos por hombres del MPP y del presidente.