Abel "La Joya" Hernández, que estuvo parado cuatro partidos durante el presente Torneo Apertura y que no pudo hacer prácticamente la temporada a causa de su condición física, se lesionó en las primeras de cambio del partido que Peñarol jugó este lunes con Racing por la 14º fecha del certamen.
Tras entregar una pelota de taco para habilitar a Matías Arezo, Hernández giró y cambió de dirección para colaborar en defensa cuando Racing recuperó rápidamente la pelota.
En ese intento de retroceso defensivo, Hernández, de 32 años, experimentó una molestia muscular y miró al banco de suplentes. Habló con Alfredo Arias e inmediatamente pidió el cambio.
Estuvo un minuto rengueando en el campo de juego y luego cayó tendido.
A los 7' entró en su lugar Bruno Betancor.
En los próximos días, siguiendo los protocolos habituales de la sanidad, el jugador será sometido a estudios clínicos para conocer el alcance de su lesión.
La sequedad de los campos de juego en el árido verano uruguayo hicieron que la tendinopatía volviera a molestar al jugador que según informó Referí no hizo casi trabajos en pretemporada. Luego se perdió el debut ante Cerro.
Estuvo tres semanas parado y cuando volvió fue determinante para hacerle un memorable golazo de chilena a Plaza Colonia.
Las malas noticias para Peñarol no cesaron con la lesión de la Joya.
Sobre el arranque del partido Kevin Méndez recibió una dura entrada de Santiago Mouriño.
Fue afuera del área por banda izquierda.
El extremo de Peñarol jugó la pelota y el zaguero de Racing le tiró toda la carrocería encima.
Lo impactó en la rodilla y el tobillo derecho.
Méndez siguió en el campo hasta que a los 31' quedó tendido en las afueras de su área y pidió el cambio.
Entró en su lugar Máximo Alonso, que no jugaba desde la primera fecha, seis minutos, contra Cerro.
Méndez se fue a vestuarios al cabo del primer tiempo con la sanidad llevándolo desde ambos hombros y sin poder prácticamente apoyar la pierna derecha.
Otra baja sensible para Peñarol. No solo pensando en Wanderers sino también en la Sudamericana.
En conferencia de prensa, el entrenador Alfredo Arias expresó que se temió que hubiera sufrido una lesión ósea, pero que los estudios que rápidamente se le practicaron descartaron esa posibilidad. "Fue muy fuerte el golpe, pero no fue grave".
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