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Neymar continúa la tradición brasileña en Barcelona
Como si de una tradición se tratara, Barcelona, el club español que más ha creído en los "cracks" brasileños, cada 20 año se hace con los servicios del jugador más emergente de esa nacionalidad: ocurrió con Romario (1993) y con Ronaldinho (2003). La apuesta es ahora por Neymar da Silva.
Es el vigésimo quinto brasileño que vestirá la camiseta blaugrana desde que Fausto dos Santos y Jaguaré Becerra desembarcaron en el club catalán en los años treinta. Desde entonces, los futbolistas brasileños han jugado algún día en Les Corts o en el Camp Nou.
Neymar, que se suma a Dani Alves, un buen amigo suyo, y Adriano Correia, quien acaba de firmar su renovación con el cuadro catalán, viene a recoger el testigo dejado por Ronaldinho Gaúcho, aquel centrocampista que encontró su mejor fútbol, donde encandiló con su otra manera de ofrecer espectáculo.
Eso fue en 2003. Ronaldinho, en cuyo fichaje tuvo mucho que ver Sandro Rosell, entonces vicepresidente deportivo, recuperó para el Barça el orgullo perdido y le llevó a conquistar la Liga de Campeones en 2006.
En 1993, Romario fue la apuesta por el Barcelona 'post Wembley', un jugador genial y que apenas permaneció un año y medio en el club azulgrana. Una estela similar la dejó Ronaldo, que en una temporada (1996-97) revolucionó el equipo, exigió un aumento de ficha y el presidente de entonces, José Luis Núñez, aceptó una oferta de Inter de Milán en una decisión muy cuestionada.
Rivaldo, Giovanni Silva, Sony Anderson... Y mucho antes Roberto Dinamita o Evaristo de Macedo. Neymar es el vigésimo quinto, seguro que no será el último.
Un fichaje futbolístico y un golpe de marketing
El traspaso de Neymar empezó a fraguarse a finales de 2011. Aquel Santos-Barcelona de la final del Mundial de Clubes lo marcó todo y el empeño del presidente del club azulgrana Sandro Rosell, gran conocedor del fútbol brasileño, resultó determinante para cerrar una complicada operación.
Su ficha rondará los siete millones de euros. Quedan por conocer los datos de la operación, uno muy importante es cómo queda la cuestión de los derechos de imagen, puesto que el delantero es la imagen de 15 marcas comerciales lo cual genera unos 24 millones deeuros.
La propiedad del jugador, que se reparten, el Santos (55%), el grupo DIS (45) y la empresa TEISA (5), ha sido otro de los escollos ante el que ha tenido que luchar el Barça. La operación, según diferentes versiones, se situará entre los 45 y los 50 millones de euros.
Futbolísticamente, Neymar es un portento. En los últimos cuatro años con Santos ha jugado 224 partidos y ha marcado 136 goles y 65 asistencias. En la inevitable comparación con Messi, a los 21 años de cada uno, sale victorioso.
256 por 151 partidos jugados y 156 por 59 tantos marcados. Ahora el gran reto será la convivencia en el vestuario de dos pesos pesados del fútbol mundial, el mejor futbolista del mundo, Lionel Messi, con el aspirante.
Firmó contrato
El futbolista se ha convertido oficialmente en la noche de este lunes en jugador del FC Barcelona al rubricar en su país el acuerdo para su traspaso al club catalán, al que quedará ligado las próximas cinco temporadas.
El contrato definitivo lo suscribirá en las oficinas del Barcelona con el presidente del club, Sandro Rosell, tras el último escollo administrativo que quedaba en Brasil para desvincularse de su actual equipo, Santos.
Después de este acto, se espera que el jugador pueda ser presentado ante la afición la próxima semana, cuyo día aún no ha concretado el Barcelona, ya que está a expensas de la agenda de la selección 'canarinha'.
En esa jornada ya en Barcelona, que se espera que sea el lunes o el martes, el jugador pasará revisión médica, firmará el contrato definitivo y será presentado en sociedad. En dicho acto, el Barça también informará del montante de la operación, aún no especificado, después de que diversos medios se hayan movido en cifras desde los 50 a los casi 100 millones de euros.
En el acuerdo firmado esta noche, el futbolista ha estado acompañado por su padre, Neymar da Silva, de su representante, Wagner Reibeiro, y también por el representante del Barcelona, el ejecutivo Raül Sanllehí, entre otros.
