El Genoa tenía el control del partido y no era sorpresa su supremacía durante 80 minutos del partido por el Scudetto del domingo. Pero el equipo del uruguayo Edinson Cavani reaccionó marcando tres goles en los últimos quince minutos.
Cuando su equipo perdía 2 a 1, justamente "super" Cavani (como se lo denomina en un artículo de la gazzett.it) empató el partido y comenzó una escalada que califican en Italia de "final de locura". Los otros tantos fueron convertidos por Marek Hamsik e Insigne.
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