Nacional quiere terminar con el "gallinero"

La idea surgió después de una serie de críticas que recibió Nacional por el sector que destina a los hinchas visitantes en el Parque Central, que muchos dirigentes llaman "gallinero".

La presentación textual de Gomensoro es la siguiente:

Introducción

Desde hace un tiempo se ha presentado en el fútbol uruguayo una disputa entre diversas instituciones relativa al ejercicio del derecho de localía y la ubicación y cantidad de público visitante en los diversos espectáculos.

No es un secreto para nadie la discusión sobre el espacio que destina el Club Nacional de Football en el Parque Central a la parcialidad visitante y particularmente los diferendos planteados explícitamente con el Danubio Fútbol Club y el Defensor Sporting Club, que a su vez aplicaron en sus canchas cuando fueron locales una suerte de “reciprocidad”, reduciendo el número de entradas para el público visitante, dejando tribunas enteras vacías. A esto se suma la situación del Montevideo Wanderers que no habilitó en el Estadio Centenario –donde fue local- la Tribuna Olímpica, privando a los visitantes de poder ver el partido desde una mejor ubicación.

Por otra parte, con otras características, pero existió anteriormente un episodio muy comentado y que generó mucho malestar y se vinculó a los precios que fijó en aquella oportunidad el Liverpool Fútbol Club en su partido contra el Club Atlético Peñarol, ejerciendo su derecho de forma legítima pero privando también al público de ver el partido y resignando una importante recaudación.

Está claro que este tipo de situaciones perjudica tanto a los clubes como fundamentalmente a los espectadores que se ven privados de poder seguir a sus equipos o de hacerlo en una ubicación adecuada de acuerdo a las posibilidades del escenario de disputa del encuentro.

También está claro que no hay un único responsable del tema, la dificultad de Nacional para destinar una mejor ubicación o más lugares para el visitante y la comprensible molestia de los clubes que reciben el enojo de sus hinchas y se traduce en una medida para devolver la “gentileza”, han hecho que en los últimos meses hayamos asistido a situaciones desagradables, tanto en la relación entre clubes, entre hinchadas, como también en una incidencia directa en la pérdida de recaudación en partidos donde pudieron venderse muchas entradas más que las que se habilitaron para su comercialización.

Propuesta

En procura de mejorar esta situación planteada, hemos pensado en la necesidad de aprobar un protocolo que regule el tema de las entradas y localidades para el público local y visitante en los distintos escenarios donde se disputa el Campeonato Uruguayo. Asimismo entendemos que –manteniendo lo votado en cuanto a franjas o rediscutiendo criterios-, se debería establecer una cierta correlación entre el precio de la entrada de público –no socio- en la tribuna local y el precio para el sector visitante – por ejemplo un máximo 3 veces superior-.

Recordemos que por ejemplo existe una franja de precios para el costo de las entradas, lo que configura –entre otros- un antecedente de fijación colectiva de aspectos atinentes al ejercicio del derecho de localía.

En lo que hace a la cantidad de entradas y ubicación del público visitante, consideramos que deben haber criterios a preservar, que incluyan un mínimo de localidades, ciertas características de la ubicación, posibilidad de acceder a un espacio superior si se adquieren las entradas por la institución visitantes y la imposibilidad de dejar sin habilitar tribunas en casos que la demanda claramente indique que se habrán de vender entradas, permitiendo en todo caso ir por el camino de asegurar por el visitante la colocación de esas localidades.

Creemos que es necesario que Nacional mejore lo que ofrece a sus visitantes y que también sus ocasionales rivales tengan un adecuado tratamiento cuando le reciben en su cancha o en el escenario donde oficien de local.

También entendemos que debe haber un criterio de razonabilidad en la fijación de precios, que pueda tener flexibilidad y ponderar si el espectáculo es atractivo y la gente puede pagar una entrada más cara, pero en todo caso adaptando todos los precios guardando cierta proporcionalidad.

El detalle específico de la propuesta entendemos que debe ser motivo de un análisis colectivo y por ello no hemos plasmado un criterio cuantitativo y regulatorio explícito, sino criterios generales para una discusión que consideramos necesaria y un aporte para el público del fútbol.