Nacional está reprobado y acorralado

En medio de una profunda crisis política, Nacional no aprobó por primera vez después de 20 años la Memoria en una asamblea de socios, respaldó el Balance con votos en contra de dirigentes del oficialismo y, a falta de un año para la culminación de su mandato, la gestión del presidente José Luis Rodríguez quedó seriamente comprometida.

La actuación de Hernán Navascués, histórico delegado del club y asesor letrado –a quien quisieron destituir este año de sus funciones de la institución–, que propuso durante la asamblea de socios que se celebró el miércoles de noche separar la aprobación de Memoria y Balance para que el club no quedara en una situación más engorrosa, evitó males mayores para Nacional.

Navascués recordó a Referí que la última vez que no se aprobó Memoria y Balance en conjunto en Nacional fue en una asamblea del año 1980, en medio de una crisis muy profunda que vivió el club y que derivó en la llegada de Dante Iocco a la presidencia del club, tras el alejamiento de Miguel Restuccia.

Recuerda el exdelegado que en aquella asamblea se conformó una comisión que integraron Enrique Tarigo, Ferro Astray y un tercer integrante, que pocas semanas después permitió aprobar Memoria y Balance.

¿Qué sucedió el miércoles? Se dividieron ambos ítems. Los socios de Nacional aprobaron el Balance del último año con un pasivo de US$ 20 millones y un superávit de US$ 40 mil, pero reprobaron por una amplia mayoría la Memoria, es decir la gestión de la comisión directiva que asumió en diciembre de 2015 y que encabeza Rodríguez.

Hacía 20 años que Memoria y Balance no se votaban por separado. La última vez había sucedido en 1997, luego de una moción presentada por el ex dirgente Nelson Volpe, tras el último quinquenio de Peñarol. Un escenario similar se produjo el martes y esta vez fue Navascués quien expuso sobre la importancia de aprobar el balance debido a los créditos que tiene el club.

¿Quiénes votaron en la asamblea? El miércoles a la hora 20, cuando se inició el encuentro, había cerca de 300 asociados presentes y a la medianoche, después del caliente debate, votaron menos de 200.

La gestión de los dirigentes tuvo 134 votos en contra, mientras que solo 18 lo hicieron a favor; el balance fue aprobado por 99 asociados y desaprobado por 56. El dirigente oficialista Antonio Palma, en otros, se abstuvo de votar el balance y no votó la memoria.

¿Qué arrojan los números del club? El pasivo del club ronda los US$ 20 millones y con respecto a esto hay dos versiones: la oficialista dice que esa cifra incluye las obras del Parque Central y en la medida que se vendan activos, como por ejemplo palcos, extensiones, estacionamientos, partido inaugural y nombre comercial, la cifra bajará a unos US$ 16 millones; la versión opositora señala que incluyendo al Parque el pasivo asciende a US$ 25 millones.

Participantes de la asamblea explicaron a Referí que en el encuentro le pasaron factura a Rodríguez y a la lista 1, que ganó las elecciones en 2015. Aquel año, previo a que fueran a las urnas, los integrantes del colectivo que ahora conduce al club desde el oficialismo, plantearon discrepancias y pusieron en jaque el proyecto de ampliación del Parque Central sobre el que Morgan Martínez estaba trabajando.

El miércoles, se invirtieron las situaciones en el seno de la asamblea y quienes sufrieron los cuestionamientos fueron los presididos por Rodríguez. A diferencia de lo que sucedió hace dos años, la gestión sobre el Parque Central fue aprobada, pero la de la directiva en 2017 no.

Además, hubo asociados que durante la asamblea pidieron la renuncia de los integrantes de la comisión directiva y quienes sostienen que ya se comenzaron a vivir las elecciones de diciembre de 2018.

Javier Gomensoro, exdelegado de la institución durante la anterior presidencia de Eduardo Ache, tomó la palabra y fue crítico. Señaló que en la directiva "no hay democracia". "Cómo puede ser que una administración que se inició en base a la transparencia, nos enteramos que hay un pase de (Juan Manuel) Sanabria que no está especificado en el balance", dijo.

También señaló que faltó "profesionalidad en el pase de Amaral, dejando ir al jugador a Maldonado contra la opinión de todo el cuerpo técnico, médico y de la selección". Además, "se dijo claramente que iba a dejar más de US$ 3 millones que era la cláusula de rescisión y dejó la mitad. Y no hubo una sola autocrítica de la comisión directiva".

Gomensoro también señaló que "el club tiene que tener otra firmeza con los contratistas". "¿Quién nos aplaude? ¿Nos aplaude Fonseca, Bentancur? Le pedimos prestada plata a Casal. Faltando tres fechas para el final del campeonato fuimos al Colegio de Árbitros para la tribuna, sin un solo documento gráfico".

Desde hacía 20 años el club no estaba sumergido en una crisis política de esta magnitud. Para ello fue clave la visión y mirada institucional que le puso Ache al club, quien desde 1997 impulsó evitar los enfrentamientos internos que tanto daño le habían provado históricamente al club.

El clima en la asamblea se enrareció aún más, porque los dirigentes hicieron público un anuncio que el presidente Rodríguez había transmitido en el seno de la directiva de solicitar licencia "por uno, dos o seis meses" a partir del 18 de diciembre. Finalmente desistió pedir licencia a raíz de esta situación, según le confirmó el presidente al segundo vicepresidente Daniel Turcatti.