Nacional empezó a disfrutar

Una semana, dos triunfos, felicidad completa para los hinchas y Nacional comienza a descubrir sensaciones diferentes en el Clausura, ahora de la mano del técnico Juan Carlos Blancos, después que había comenzado con gusto amargo, malhumor de los simpatizantes con el extécnico y una tirantez inapropiada e innecesario para cualquier equipo.

De todas formas, le costó una enormidad a Nacional, por la propuesta defensiva de Central Español y por la inoperancia del fútbol de los tricolores. Pero todo cambió en un minuto, en lo que transcurrió del 42 al 43, cuando Vicente Sánchez infló dos veces la red y destrabó el partido. De ahí en más, cuando los palermitanos se abrieron, porque tuvieron que poner más hombres para atacar que para cuidar su arco, los tricolores se encontraron en su juego y a pura velocidad generaron siete goles que bien pudieron establecer una mayor diferencia en el marcador, de no mediar los palos, los cierres de los defensas y las manos del golero. Al final fue solo 2-1, que no se ajusta a la realidad.

Con el objetivo de preservar a los titulares pensando en la revancha ante Boca Juniors del jueves en el Centenario y el hándicap que le daba el rival, porque a los tricolores le alcanzaba con los suplentes para hacerle partido a Central Español, el técnico tricolor realizó ocho cambios para enfrentar ayer a los palermitanos por la tercera fecha del Clausura y estrenó a Hugo Dorrego en el primer equipo.

El primer tiempo, hasta el primer gol de Sánchez, quedó demostrado qué tan fácil es destruir en el fútbol (como lo hizo Nacional contra Boca Juniors la semana pasada), con mucha aplicación defensiva, y qué difícil se hace construir cuando el rival presenta una estrategia sólida y con hombres convencidos de lo que tenían que hacer.
Los dirigidos por Julio Acuña defendieron con nueve hombres y resignaron el ataque. Así, evitaron que Nacional generara peligro sobre su arco. A los 4’ minutos, un error del golero De León transformó un simple tiro libre de Recoba en una jugada de riesgo. Después de eso, Nacional tuvo que esperar media hora y comenzar a sufrir la impaciencia del hincha, para volver a inquietar en el arco rival. La defensa palermitana estaba muy sólida.
A los 34’ amagó Vicente Sánchez, cuando le sacaron un gol en la línea, y a los 42’, tras una gran corrida de Álvarez, un centro, César la bajó y Vicente estableció el 1-0. Y como para reafirmar sus aspiraciones: inmediatamente una asistencia de Recoba se transformó en el segundo del delantero.

De ahí en más cambió el partido, porque el técnico de Central se vio obligado a arriesgar. Para el complemento mandó a la cancha a Sergio Pérez y Diego Silva, y consiguió su rédito, porque generó ocasiones de gol en el arco de Bava, pero, al mismo tiempo, le dejó espacios a Nacional para que hiciera lo que mejor sabe con la velocidad de Vicente, Luna y César. Con el partido abierto, el juego de los tricolor fue protagonista, y los dirigidos por Blanco generaron siete ocasiones de gol, aunque ninguna se concretó.

En los descuentos, Souza transformó en gol un penal de Adrián Romero a Pérez, pero el juego estaba definido. Nacional hizo las paces con el éxito y, en una semana, con Blanco como técnico sumó su segundo triunfo consecutivo y empezó a disfrutar.