Munúa enfrentó a los medios con el rostro desencajado. Como pocas veces el entrenador de
Nacional disparó su bronca por la situación que le tocó vivir. Munúa le apuntó al estado del campo de juego del Tróccoli y dijo, sin pelos en la lengua, que fue "una vergüenza" haber jugado en una cancha en esas condiciones.
"Esto fue una vergüenza, saltaban los panes de pasto. Nos quejamos que queremos jugar bien, que esto, lo otro, y me parece vergonzoso de verdad esto", expresó en una improvisada conferencia.
El entrenador se mostró preocupado por la salud de los futbolistas.
"No se cuido a los jugadores. ¿Qué pasaba si se lesionaba alguno? El que fijó este partido es responsable".
Munúa descargó más bronca: "¿Qué podemos analizar? Más de lo que hicimos no pudimos hacer, quisimos hacer el juego pero era imposible. ¿Qué le puedo reprochar a los jugadores? No se podía parar la pelota. No se puede analizar nada, fue una vergüenza".
El delegado de
Cerro, Ernesto Vergara, explicó los motivos por los cuales se fijó el Tróccoli pese al mal estado del campo de juego.
"La cancha se levantó y se resembró. El tema es que no creció el pasto. Hablamos con el ingeniero y nos explicó que por un problema no iba a crecer el pasto en todo el año. Entonces decidimos salir a comprar panes de pasto para jugar con Nacional en nuestra cancha", explicó. Vergara agregó: "Se compraron 1.200 metros cuadrados de panes y se plantaron".
El encargado de la cancha había manifestado en la semana que los panes de pasto no iban a prender. Y fue lo que ocurrió. El campo lució en pésimas condiciones. Curiosamente los dos equipos llegaron al partido sin conocer el estado de la cancha.
Mario Carballo, encargado del equipo de Cerro debido a la sanción del técnico Gustavo Ferrín, reveló: "fue la primera vez que entramos al campo, al igual que Nacional".
El volante Andrés Barboza señaló: "La última semana fuimos a entrenar en canchas que no eran buenas para adaptarnos a las condiciones con las que nos íbamos a encontrar para no sorprendernos con la cancha"