Mundial a la vista

La selección juvenil Sub 20 de Uruguay brindó un paso trascendente en su misión de clasificar al Mundial de la categoría, al vencer 2-0 a Paraguay en el Parque Central.

El triunfo le permitió al equipo celeste quedar a un paso de obtener el boleto, además de mantener viva la ilusión de lograr el campeonato.

A Uruguay le costó encontrar la pelota. No supo como resolver la presión a la que fue sometido por su rival. Entonces todo quedó supeditado a pequeñas pinceladas individuales. Algún arranque de Pereiro dejando gente por el camino pero el tema es que no se resolvía bien.

Los de arriba quedaron muy aislados. Acosta esperando algún pelotazo como el que llegó a los seis minutos, que lo puso de cara al golero Echague y lo trabaron al momento de la definición.

Todo esto determinó que el elenco guaraní se mostrara superior en el primer cuarto de hora donde dispuso de dos situaciones. La primera un remate cruzado de Bogado y la segunda un remate de Araujo que tapó Guruceaga.

Sin embargo, en el mejor momento de la albirroja Uruguay llegó al gol con su estilo. Amaral tiró un centro desde la izquierda y Acosta la peinó con la nuca para poner la pelota lejos del alcance de Echague.

El partido mantuvo las mismas características pero los paraguayos ya no fueron con tanta insistencia. Es que las dudas los invadieron. Ir significaba exponerse para el contragolpe.

Uruguay desnudó las falencias de Paraguay en el cierre del primer tiempo con una serie de contras en velocidad para consolidarse en el juego.

Primero un remate de Suárez que sacudió el travesaño. Y un minuto después, a los 37, Pereiro puso el segundo. Castro desbordó por derecha y tiró un centro que conectó Pereiro de cabeza anticipando al golero.

Con el 2 a 0 a favor los celestes jugaron a placer ante un rival que se desilachó.

El primer cuarto del segundo tiempo mantuvo las mismas caracerísticas del inicio del partido. Paraguay se paró bien, controló el juego en la zona central y se fue sobre el arco celeste. Claro que todo fue muy desordenado, lo que facilitó el juego del sector defensivo celeste.

La más clara del equipo de Genes fue al inicio donde Sanabria conectó un cabezazo y obligó a Guruceaga a una gran atajada.

Por un instante flotó la sensación de que Paraguay podía llegar al descuento, lo que complicaría las cosas. Para colmo de males los celestes no podían retener la pelota.

Se abusó del pelotazo buscando a Acosta en velocidad, pero el delantero fue bien controlado.

El ímpetu guaraní sufrió un contratiempo cuando a los 64 minutos los paraguayos se quedaron con un hombre menos ante la expulsión de Benítez.

Uruguay movió piezas en el mediocampo y el técnico Coito colocó a un hombre más fresco para intentar retener el balón dando ingreso a Guerra en lugar de Arambarri.

Uruguay controló el juego. Es cierto que no supo aprovechar el hombre de más que tuvo en cancha para terminar de liquidar el encuentro, pero no se desesperó.

Si hay algo que tiene este celeste, que de pronto no agrada a la vista, es su solidez. Uruguay se muestra como un equipo consolidado, contundente cuando se le presenta la oportunidad.

Sobre el cierre, Pereiro se soltó más y Uruguay dispuso de una par de situaciones que falló.

El cierre del torneo se avecina. En la fecha que viene los celestes se miden con Colombia y Argentina ante Paraguay. La última fecha marca el duelo entre uruguayos y argentinos. Al paso que van, se visualiza que será la final del torneo a estadio colmado.