El punto que consiguió
Nacional frente a Rosario Central en el Gigante de Arroyito hubiera sido de conformidad para los tricolores si se registraba de otra manera, no como sucedió el jueves con un penal inventado por el juez colombiano Wilmar Roldán.
El árbitro sancionó en el minuto 90 una falta de
Mauricio Victorino contra Marcelo Larrondo. Luego de la ejecución el zaguero tricolor resultó expulsado en una situación que pocos entendieron, pero que el futbolista explicó en el vestuario.
"Me sacó la amarilla por el penal y después que lo patea me doy vuelta y aplaudo. El juez interpretó que le estaba tomando el pelo. Al final del partido le dije que no era para él, para mi estaba teniendo una buena actuación hasta el final", expresó Victorino.
El jugador agregó que "por como se dio el partido perdimos puntos con un penal que no fue y eso da bronca, estoy caliente" porque "en otro momento del partido no lo cobraba, pero cedió por la presión de la gente y fue localista".