Perú no tiene paz. Sergio Markarian sorprendió a los periodistas, micrófono en mano, apareciendo en escena. “A ver, buenas tardes. Bienvenidos a todos. Estoy viniendo yo que no tenía en mis planes venir, para desvirtuar alguna estupidez y para sustituir a mis jugadoers que no quieren venir. Los saludos respetuosamente y si hay alguna pregunta las voy a responder, poquitas por favor”.
Entonces saltó un periodista y le preguntó que aclarara las cosas que se dijeron. Markarian respondió: “Me comentan algunas cosas entonces vengo yo para que vean que no es por miedo que no vengo. Simplemente no quería generar ningún tipo de estupideces antes de un partido y como mis jugadores no querían venir y yo respeto a mi gente, entonces estoy acá. ¿Y si ustedes no saben yo menos?”.
Cuando se le planteó hablar de fútbol expresó: “El equipo lo tengo hace un mes. Lo que estoy haciendo es ver si esos jugadores están bien y por ahora lo están. Seguro, el viernes, iría con ese equipo que tenía pensado”, dijo el entrenador peruano.
“No voy hablar del rival. Nosotros tenemos las herramientos que todos conocen y nos jugamos una carta trascendente cuando aún dependemos de nosotros sin decir matemáticamente todavía hay posibilidades”.
La selección peruana dedicó su segunda jornada de entrenamiento a cumplir un trabajo de control de balón en campo contrario con un rival cerrado, según explicó el entrenador Sergio Markarián, con miras al partido del viernes frente a Uruguay.
El técnico uruguayo trabajó con el equipo completo, tras el arribo a Lima de Carlos Zambrano, Yordi Reyna, Paolo Hurtado y Alberto Rodríguez, y dedicó una parte a entrenar con los juveniles de la sub 18 y a poner en forma a Christian Benavente, Rinaldo Cruzado y Juan Vargas.
Con el resto del equipo, Markarián hizo “una sesión de balón parado de ataque para saber cómo resolverlas” y también “un trabajo específico para defensores y atacantes”.
La pelota quieta es uno de los temas que más inquieta a Perú y que la trabajan permanentemente.
Finalmente, “rematamos un trabajo de control de balón en campo contrario donde enfrentamos un rival cerrado”, explicó.
El entrenador de la Rojiblanca se mostró satisfecho de la práctica y aseguró que todos estaban “contentos”.
El equipo peruano entra hoy en una concentración rígida hasta el viernes, día del partido con Uruguay.
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