Maestro contra alumno

Clairefontaine. Cincuenta kilómetros al sudoeste de París. Uno de los 12 centros de élite distribuidos por territorio francés que están bajo la supervisión de la Federación Francesa de Fútbol. Pero con una diferencia respecto al resto. Solo los mejores jugadores de la región logran entrar.

Seducido por el modelo francés, Óscar Washington Tabárez fue, cuando todavía no había iniciado el actual proceso, en procura del secreto. Miró, observó y tomó nota. Muchas ideas las trasladó a Uruguay.

“A mi gusto, Francia tiene la mejor organización de selecciones del mundo por lo que nos hemos enterado a través de lo que hemos leído y de entrenadores franceses que han venido aquí, y hemos mirado muchas cosas que nos fueron útiles”, expresó el entrenador uruguayo.

“Visitamos Clairefontaine y jamás tendremos el nivel de algunos centros como ese pero dentro de nuestras posibilidades hemos logrado dar el paso”, agregó el técnico celeste.

El modelo uruguayo tiene mucho del galo. Por eso la final del Mundial Sub 20 reúne al creador y quien se refleja en su imagen.

¿En que consiste el modelo galo? Los jugadores autorizados a ingresar a la academia deben tener al menos 13 años, vivir y jugar en el departamento de Île-de-France. El primer grupo de pruebas de nivel se lleva a cabo dentro de cada distrito. Un grupo va a Clairefontaine a realizar pruebas durante tres días en las vacaciones de Semana Santa. Son seleccionados 22 que permanecerán alojados en el centro. Viven y entrenan en Clairefontaine de lunes a viernes. El fin de semana tienen libre para visitar a las familias y jugar con sus respectivos clubes. El centro les otorga además días de vacaciones escolares. Pero los jóvenes además están obligados a estudiar y mantener un nivel mínimo de resultados escolares. Una vez finalizada la etapa escolar los jugadores se matriculan en el instituto Louis Bascan, con la esperanza de que todos puedan conseguir su título. Los costos de los estudios son asumidos por la Federación y la Liga Nacional.