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Madonna retoma su reinado en el Super Bowl

La cantante tuvo 12 minutos para deslumbrar con un completo show con coreografías, invitados y muchos hits
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06 de febrero de 2012 a las 16:17

En este partido a muchos les debe haber importado poco el resultado. Lo que sí importó fue el espectacular show que Madonna ofreció en el entretiempo del Super Bowl.

En 12 minutos realizó una presentación centrada en sus más icónicos hits de las últimas décadas, sin embargo, cumplió con la obligada presentación de su nuevo single, Give me all your luvin’.

Lamentablemente la transmisión televisiva no logró captar en su totalidad el escenario luminoso y el impresionante mapping (proyecciones) realizado sobre la cancha. Portadas de la revista Vogue en movimiento; la proyección de la cancha de fútbol americano retirándose como una tela, para dar paso a los rayos de un sol dorado. Todo el entorno fue pensado para acompañar el gran despliegue del espectáculo.

Con los diseños de la casa de moda francesa Givenchy, Madonna comenzó el show construyendo un imaginario del Imperio Romano. Los clásicos chasquidos de Vogue comenzaron a sonar, mientras guerreros marchaban al ritmo, guiando una procesión con la grandiosidad digna de la entrada de una reina.

Imitando el look de una Cleopatra moderna, parecía apropiado que luciese unas caravanas valoradas en US$1 millón, pertenecientes a otra de las míticas Cleopatras: Elizabeth Taylor.

El verso “move to the music” de Vogue comenzó a repetirse para mezclarse con una versión remixada de Music. Este fue uno de los primeros momentos en el que Madonna dejó de lado el playback para lucirse como cantante. Su vestuario se adaptó para este cambio de ritmo, y los visuales abandonaron la estética romana para zambullirse en la discoteca. Pero el destaque de esta sección fue el equilibrista que supo bailar sobre la cuerda desafiando la gravedad.

Los primeros invitados fueron el dúo de pop electrónico LMFAO, que hicieron un mashup (cruce de canciones) con sus exitosos hits, Party rock anthem y Sexy and I know it, con coreografía incluida.

Una horda de porristas invadió el escenario para realizar Give me all your luvin', con las participaciones de las raperas Nicky Minaj y M.I.A. A pesar de que Madonna prometió “no desperfectos de vestuario” en referencia al desastre mediático que ocurrió en el Super Bowl de 2004 con Janet Jackson, la controversia fue ofrecida por M.I.A., quien mostró el ofensivo dedo medio.

Finalizando la canción, una banda de redoblantes entró en escena encabezados por Cee-Lo Green, reconocido por su tema Crazy en el grupo Gnarls Barkley. Juntos realizaron versos de Open your heart y Express yourself, para luego comenzar con el infalible Like a prayer, acompañados por un masivo coro de gospel. El cierre lo dio la cantante al desaparecer en una columna de humo, mientras que en la cancha aparecía la frase world peace.

Esta vez, Madonna demostró que es una reina que sabe compartir el escenario, más no cede la corona.

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