El momento de la mordida a Ivanovic

Salud > SALUD

Luis Suárez, un mordiscón en un partido y el otro lado de la ira, según expertos

La mordida del futbolista uruguayo al jugador del Chelsea Branislav Ivanovic puso sobre la mesa una vez más la temática del control de ira, un sentimiento que bien encauzado puede generar reacciones positivas
Tiempo de lectura: -'
03 de mayo de 2013 a las 17:18

Según el estudio sobre ira y agresividad del pionero investigador James Averill publicado en 1982, los adultos sufren hasta siete episodios relacionados con este sentimiento cada semana. Algunos análisis recientes indican que el 33% de las personas sufre un episodio de ira cada día. El doctor Eric Dahlen, profesor de la Universidad del Sur de Mississippi y especialista de la Asociación Nacional de Manejo de Ira de Estados Unidos, dijo a El Observador que “algunos niños nacen más irritables que otros y lo que aprendemos en nuestra niñez va formando nuestra capacidad de manejar esa ira de manera positiva”.

Entrevistado por El Observador, el doctor Howard Kassinove, que se desempeña como director del Instituto para el Estudio y Tratamiento de la Ira de la Universidad de Hofstra en Nueva York, describió dos orígenes de ésta. Los biológicos: descendemos de animales que utilizaban la ira y la agresión al sentirse amenazados en su territorio y en su comida. Con mutaciones, ese reflejo se mantiene en los humanos actuales. Los del pensamiento: todos apreciamos de manera diferente las situaciones. Ante un mismo escenario de maltrato, alguien podría pensar “estas personas deben tratarme mejor”, mientras que otras pueden pensar: “estas personas podrían tratarme mejor”. Las personas que ven las cosas de la primera forma son más propensas a sufrir empujes de ira. Las personas con situaciones de estrés cotidiano tienden a responder con ira ante eventos en los que otras podrían moderar sus emociones.

El lado positivo de la ira

Dahlen dijo que “una ira moderada puede tener muchos efectos positivos. Puede energizar nuestro comportamiento, llevarnos a tomar acciones contra situaciones que nos parecen injustas e incluso pueden ayudar a fortalecer nuestras relaciones a través de una comunicación más abierta y honesta”. “Muchos movimientos sociales no hubieran tenido lugar si la gente no tuviera cierta ira. La ira puede ser un capital social catalizador para lograr cambios”, dijo. Para Kassinove, la ira puede dejar sentado ante otras personas la necesidad de tener una charla franca y que realmente necesitamos ser escuchados.

A Suárez lo perdemos

En entrevista con El Observador, el ex jugador y actual director técnico Gustavo Poyet dijo que a Suárez “hay que bancarlo así como es. Si queremos que sea un santo, lo vamos a perder. A mí me gusta Luis como es”. Sin embargo, el doctor Dahlmen no espera que la falta de ira o su correcto manejo pueda afectar a un jugador negativamente. “El estar enfocado, la intensidad, el sentido de competitividad y la experiencia de un atleta resultan mucho más críticas que sus sentimientos de ira”, dijo. Además, subrayó que “de hecho, la ira puede limitar su desempeño al estar ligada a una pobre toma de decisiones y comportamiento impulsiva.

El manejo de la ira no trata de eliminar ese sentimiento sino de encaminarlo de manera beneficiosa”.

Dahlen dijo que sin poder hacer diagnósticos sobre el caso específico, cree que la adrenalina pudo colaborar en la reacción del delantero pero que, de todas maneras, “muchos atletas operan dentro de un alto nivel de adrenalina y no muerden a otros. Esto sugiere que hay algún factor más envuelto”. Por su parte, Kassinove agregó que durante períodos de alto estrés hay menos tiempo para que el sistema cognitivo gobierne nuestro comportamiento. En estos casos, se responde de manera instintiva sin demasiado pensamiento. El lóbulo frontal del cerebro pierde la batalla del gobierno a manos del sector emocional.

La cura

No todas las personas pueden recuperarse de sus arranques de ira. Kassinove cree que quienes están demasiado dirigidos por su fase biológica o viven en un medio ambiente hostil tienen menos posibilidades.

Sin perjuicio de esto, Kassinove resalta que en la clínica Hofstra, la mayor parte de los pacientes hacen progresos luego de un año de terapia, lo que significa unas cincuenta sesiones en total.

    Comentarios

    Registrate gratis y seguí navegando.

    ¿Ya estás registrado? iniciá sesión aquí.

    Pasá de informarte a formar tu opinión.

    Suscribite desde US$ 345 / mes

    Elegí tu plan

    Estás por alcanzar el límite de notas.

    Suscribite ahora a

    Te quedan 3 notas gratuitas.

    Accedé ilimitado desde US$ 345 / mes

    Esta es tu última nota gratuita.

    Se parte de desde US$ 345 / mes

    Alcanzaste el límite de notas gratuitas.

    Elegí tu plan y accedé sin límites.

    Ver planes

    Contenido exclusivo de

    Sé parte, pasá de informarte a formar tu opinión.

    Si ya sos suscriptor Member, iniciá sesión acá

    Cargando...