Uruguay, selección sub 20 Sudamericano 2017

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Los secretos de la sub 20, los baños de agua fría y la bronca con Brasil

Atrás quedaron 15 meses de preparación, 20 amistosos y un sinfin de anécdotas
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12 de febrero de 2017 a las 00:05

La selección sub 20 se coronó con el título continental, como hacía 36 años no sucedía. Para llegar hasta hoy con esta posibilidad histórica, el combinado que orienta Fabián Coito recorrió un largo camino que se inició en octubre de 2015 con un amistoso ante la sub 17 de Rusia –previo al Sudamericano de esa categoría en Chile- y que desde entonces acumuló horas de entrenamiento y de partidos amistosos.

Durante el cierre de de ese 2015, el entrenador -que desde 2007 es técnico de las selecciones juveniles- trabajó un mes y medio de lunes a miércoles con un numeroso grupo que le permitió ampliar su conocimiento de los jugadores de la generación. En ese momento no participaron de los entrenamientos los futbolistas que actuaban en Primera división.

En marzo de 2016 se inició la segunda etapa del camino, que incluyó entrenamientos de lunes a miércoles en el Complejo de la AUF, y partidos amistosos. Los trabajos con la sub 20 se interrumpieron durante la pretemporada de los clubes y los descansos anuales.

Finalmente el último 30 de noviembre, tras un año de evaluación, de trabajo con un amplio plantel y la experiencia de 20 amistosos disputados con este grupo, Coito inició la preparación final para el Sudamericano y desde el 15 de diciembre contó con el plantel que afrontaría el torneo continental. De allí para adelante, la historia conocida. La reserva de 27 jugadores, la reducción del equipo y el viaje el 15 de enero a Ibarra, para iniciar el recorrido en el grupo B, con empate ante Venezuela, igualdad ante Argentina (3-3) y sellar con victorias a Perú (2-0) y Bolivia (3-0). En la ronda final, venció a Argentina (3-0), a Brasil (2-1) y a Colombia (3-0), cayó luego ante Venezuela por el mismo marcador y el sábado de noche consiguió el título.

Adaptarse de apuro

Coito había pedido viajar a Ibarra el 10 de enero, para adaptarse a la altura. Debido a que no consiguieron pasajes, la partida de la selección se produjo cinco días después, el 15. Uruguay debutó el 19.

El escaso tiempo de adaptación a la altura y jugar cada 48 horas en la primera fase, obligó al entrenador a dar una gran rotación al plantel, para evitar las lesiones y el agotamiento de los futbolistas.

En la ronda final jugaron con 72 horas de descanso, en la altura de Quito.

Bañarse con agua fría

Una de las particularidades que tuvo este Sudamericano es que en dos partidos, en el estreno ante Venezuela en Ibarra y en el debut en el hexagonal final ante Argentina en el Atahualpa de Quito, los futbolistas de Uruguay se tuvieron que bañar con agua fría en los estadios.

Quienes están al frente de la delegación presentaron los reclamos, pero el baño con agua fría se lo llevaron los juveniles, que disimularon las carencias que existe en la organización del torneo en Ecuador.

Las charlas con Godín

Bajo el paraguas del proyecto de selecciones de Tabárez, las selecciones juveniles y la mayor trabajan sobre el mismo libreto y se alimentan entre sí. Por esa razón, previo al Sudamericano, en diciembre, Diego Lugano brindó una charla sobre su experiencia en la selección en el fútbol.

Desde que los sub 20 llegaron a Ecuador reciben con frecuencia las llamadas del capitán del combinado, Diego Godín. Además del vínculo que naturalmente existe entre estos juveniles y la mayor porque Carlos Sánchez y Nicolás de la Cruz son hermanos.

Por su parte, el presidente de la AUF, Wilmar Valdez llegó este jueves a Quito para acompañar a los juveniles en una jornada histórica.

La bronca con Brasil

Uruguay le ganó a Brasil uno de esos partidos que bien puede encuadrarse. Remontó el 0-1 en la hora, que cambió por un 2-1. Tras el partido todo transcurrió en calma.

El domingo, cuando Brasil retornaba al vestuario del estadio Atahualpa de Quito y Uruguay volvía del calentamiento para salir a la cancha para jugar por la tercera fecha del hexagonal final se cruzaron los equipos uruguayos y brasileños. Hubo insultos, provocaciones de los jugadores brasileños, agarrones y empujones, según puntualizaron a Referí. Nada pasó a mayores. Brasil acababa de ganarle a Venezuela 1-0 y Uruguay saltaba a la cancha para enfrentar a Colombia.

Una de las explicaciones a lo sucedido fue que los brasileños pretendieron desconcentrar a los uruguayos que si empataban o perdían ante Colombia alimentaban las posibilidades de Brasil de llegar al título. Con el triunfo, los celestes se cortaron solos hacia la corona.

Debido a esta situación, la delegación uruguaya hizo gestiones para evitar problemas previo al partido de este jueves ante Venezuela.

¿Cuándo se pueden cruzar los equipos de Uruguay y Brasil? Después del partido de este jueves. Los celestes y auriverdes compartirán el vestuario del local (que tiene dos camarines) en el estadio Atahualpa. Los vestuarios tienen la misma zona de ingreso.

¿Por qué no cambian de vestuarios y Uruguay o Brasil va al del visitante? Los dos tienen el "privilegio" de ocupar el del local, que en la cancha implica estar atrás del primer línea. Un detalle menor para el hincha, un aspecto significativo para los entrenadores.


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