Una vez que Kevin Gameiro mandó al fondo de la red el penal definitorio para que Sevilla derrotara a Benfica, todos los medios se quedaron con la imagen del polémico beso entre dos jugadores del equipo campeón.
"Me quería dar un beso como siempre, normal, en la cara. Pero ha salido así y justo lo ha tomado la cámara. Así que mala suerte, ¿qué hago? ¿lo mato?", explicó con humor el volante croata Ivan Rakitic, “víctima” de la demostración de afecto de su compañero.
"¿Beso apasionado, no?, (risas). Fue producto de la emoción y no puedo describirlo”, cerró el luso.
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