El fútbol uruguayo es el reino de la desigualdad. Cuando no es una feria vecinal, es un muro, un alambrado, la zona roja del barrio donde se juega o los antecedentes violentos de partidos anteriores.
En los últimos años se sumó un protocolo que poco menos que obliga a los clubes chicos a desarrollar un plan se seguridad como el de los Juegos Olímpicos para jugar un simple partido de fútbol. De eso se trata.
Pero la realidad marca que Nacional y Peñarol son los que gobiernan y marcan las reglas.
Reglas basadas en la desigualdad, en las que se favorece al que genera problemas y se pena al que cumple con las normas establecidas. Inexplicable pero real. Por eso salen poco los grandes, porque sus hinchas parecen ingobernables.
El hecho es que cuando los sacan de la comodidad de su casa sufren heridas. Y el fin de semana la herida se volvió a abrir.
Las pruebas son elocuentes: de las últimas nueve salidas no ganaron en ninguna.
Desde la temporada 2000, Nacional y Peñarol apenas ganaron el 37,7% de los puntos en las canchas de los cuatro equipos que están autorizados a recibirlos en sus escenarios. El fin de semana completaron nueve partidos sin ganar en dichos estadios
Por el conocido protocolo solo cuatro clubes pudieron llevar a Nacional y Peñarol a sus escenarios. Los referidos equipos son: Danubio, que es el único que no modificó su postura de hacer respetar la localía. Cerro, que en la pasada temporada realizó un acuerdo con Peñarol para jugar los dos duelos en el Estadio pero este año cambió la directiva y varió su postura. Cerro Largo luego que acondicionó el Ubilla. Y Defensor Sporting que suele definir en qué escenario juega el partido de acuerdo a la conveniencia del momento.
El último triunfo
La última vez que un grande ganó en una cancha chica fue en el Clausura 2010/2011. El 13 de marzo de 2011, con goles de Pacheco y Martinuccio, Peñarol venció a Cerro 2-0 en el Tróccoli. Desde aquella vez, los grandes no volvieron a conocer la victoria afuera. Llevan nueve salidas consecutivas sin festejos. Con cinco empates y cuatro derrotas. Cinco puntos ganados sobre 12, es decir el 18,5%.
Números elocuentes
El informe de El Observador es elocuente en cuanto a lo que les duele a los grandes salir de sus escenarios. De 2000 a la fecha y tomando en cuenta solo a los cuatro clubes que pueden recibir a Nacional y Peñarol (Danubio, Defensor Sporting, Cerro Largo y Cerro) los grandes reciben heridas en sus salidas.
Sobre 45 partidos de visitante en total, los dos grandes perdieron 20 partidos, ganaron 13 y empataron 12. Esto indica que los chicos se hicieron con el 53,3% de los puntos en disputa cuando ejercieron la localía, contra el 37,3% de los equipos grandes.
El futuro
Esta situación determina que existan clubes que no cesen en su lucha por lograr mayor flexibilidad en el protocolo de seguridad que exige, entre otras cosas, inversiones millonarias.
Liverpool fue un club que se caracterizó siempre por hacer viajar a los grandes a Belvedere, pero su presidente José Luis Palma dijo que no justificaba tamaña inversión en seguridad por dos partidos al año.
El hecho es que a los grandes les duele salir. Cambia el entorno, el arribo a la cancha, el vestuario y el campo de juego, ese donde pierden los campeonatos los únicos que les pueden hacer sombra en le pelea por el título.
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