Debido a errores arbitrales decisivos, Argentina perdió un partido muy disputado contra Alemania, el puntero e invicto del grupo luego de haber terminado ganando la primera parte por 14-13.
El enorme trabajo del arquero alemán Lichtlein –una especie de Manuel Neuer del handball- fue determinante para que los europeos también pudieran llevarse una victoria determinante para seguir líderes en su grupo.
La molestia en algunos jugadores argentinos al término del encuentro se podía apreciar. La figura del equipo, Diego Simonet, dijo a El Observador que “los árbitros estuvieron en contra nuestro en todo el partido. Hubo sanciones insólitas. Apoyan más los golpes en la cara que otras cosas. Salen a matar y los árbitros no cobran, cobran cosas que nadie ve, se equivocan entre ellos. La verdad que me molesta mucho hablar de los árbitros porque nunca lo hice, pero lo que sucede en este Mundial, es increíble”.
En los otros resultados de ayer, Polonia le ganó cómodamente a Arabia Saudita 32-13 y Suecia igualó ante Egipto 25-25.
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