Locura china por los cracks de Brasil

El delantero Marcelo Martins Moreno, estrella de la selección boliviana, acordó el pasado miércoles fichar por Changchun Yatai y se convirtió en el caso más reciente de un jugador que emigra a China con un contrato millonario después de servirse de la vidriera de la liga brasileña.

Desde el pasado enero, otros cuatro astros del Brasileirao siguieron el mismo rumbo y aceptaron las jugosas ofertas desde el gigante asiático: los brasileños Ricardo Goulart y Diego Tardelli, habituales en la selección de Dunga, y los argentinos Darío Conca y Hernán Barcos.

Lluvia de millones

Estas cinco operaciones se han ajustado a la perfección a una frase típica en Brasil, “negócio da China”, con la que se califica a una transacción muy lucrativa, puesto que todas ellas han estado entre las más caras del presente período de pases.

El traspaso más caro fue el de Ricardo Goulart, uno de los jugadores decisivos en el triunfo de Cruzeiro en la liga del año pasado y por el que Guangzhou Evergrande -exequipo del DT italiano Marcelo Lippi, quien fue sustituido por Fabio Cannavaro al frente- pagó US$ 17 millones, una cifra superior al valor que desembolsó Real Madrid por otro brasileño Lucas Silva.

En 2014 China entró por primera vez en la lista de los diez países que más invierten en fichajes en el mundo, con un gasto que ronda los 100 millones de dólares entre todos los clubes de primera división, según FIFA.

Para atraer a las estrellas extranjeras, los clubes chinos son especialmente generosos en los salarios y, en algunos casos, se han acercado a las cifras astronómicas que pagan los grandes de Europa, mientras que en Brasil los sueldos son más bajos y muchos clubes suelen atrasarse en los pagos.

El presidente de Fluminense, Peter Siemsen, calificó como una “locura” la propuesta del Shanghai East Asia a Conca, un jugador que ya tenía experiencia en China y que se había quejado abiertamente de los atrasos en el pago de los salarios que fueron habituales en el club carioca en los últimos meses.

“Si el Fluminense no podía pagarme el salario que tengo, imagina uno mejor”, dijo Conca en una reciente entrevista a Globo, al citar los motivos de su segunda marcha a la liga china.

Según la prensa brasileña, el argentino de 31 años cobrará en Shanghai cerca de 700.000 dólares por mes, cifra que duplica el sueldo de los jugadores mejor pagados en Brasil, entre ellos Pato y Fred, cuyos ingresos rondan los 300.000 dólares.

El propio Fred, de 31 años, recibió en enero una gran propuesta de China que, según confesó, le supondría un aumento salarial del 70 %, pero acabó declinándola por motivos personales y por la oferta de renovación por cuatro años con Fluminense.

La diferencia entre los salarios pagados en China y Brasil se ha acrecentado por la depreciación del real, la divisa brasileña, que ha perdido un 27 % de su valor desde setiembre y ha caído a valores mínimos en diez años.

Sin embargo, uno de los factores que todavía espanta a los brasileños de cualquier aventura asiática es la falta de exposición de esos campeonatos, lo que suele ser un sinónimo de caer en el olvido y decir adiós a la selección.

Eso no desanimó a Goulart, que debutó en Brasil en agosto, o a Diego Tardelli, que ha regresado como titular al equipo de Dunga y aspira a estar en la Copa América.

En cualquier caso, con los cinco fichajes realizados desde enero, China se ha situado como el comprador más importante de jugadores procedentes de Brasil en este inicio de año.

De esta forma, ante la necesidad del mercado, el fútbol brasileño perdió a varias figuras que no pudieron rechazar los billetes chinos.