Agustín Orión fue el héroe de una definición por penales donde se quedó con los tiros de Santiago Romero, Gonzalo Porras y Felipe Carballo.
Luego del festejo, el arquero reveló que el entrenador de porteros local, Juan José Romero, estudió a los ejecutantes tricolores y que le hacía señas hacia dónde tirarse. Si Romero no le señalaba un palo, el arquero decidía por él mismo.
Así tomó la decisión de quedarse quieto en el último penal: "¿Por qué me quedé parado en el último penal? Porque lo miré a Juanjo (Juan José Romero, entrenador de arqueros) y no me hizo señas, eso era que no lo teníamos estudiado. Entonces lo vi parado frontal en una instancia decisiva y ya me habían pateado dos al medio... Así que interpreté eso, me quedé parado y pateó ahí".
"Se nos hizo difícil. El gol fue una fatalidad, una desgracia. Después surgieron las lesiones y se hizo todo cuesta arriba. Me gusta cómo juega el equipo, tiene coraje, mucha hombría, saca lo que tiene que sacar el jugador de Boca en esta instancia", dijo el arquero convertido en héroe.
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