Llegó a El Tanque escapando de los tiros en El Salvador

La llamada de Julio César Antúnez fue un bálsamo para Alexis Ramos, el autor del primer gol de El Tanque Sisley contra Nacional el pasado domingo. El delantero argentino estaba jugando en Isidro Metapán de El Salvador, tenía seis meses más de contrato, pero no aguantó ver armas en todos lados, escuchar tiros una noche sí y otra también, y tener que encerrarse en su casa a las seis de la tarde.

"El Salvador es complicado. Uno cuando se va a un club nuevo trata de averiguar dónde va antes de dar el sí. Yo sabía a dónde iba, pero una vez que estaba allá, la realidad me superó. Yo nunca había visto un arma en vivo y ahí las ves diariamente; ver gente armada en las calles es normal, muere gente todos los días, se escuchan tiros en las noches. Yo entrenaba en la mañana, almorzaba, iba al gimnasio después de la siesta y a las seis de la tarde ya me encerraba en mi casa porque era inseguro estar en la calle. Por suerte el Tola me llamó", dijo Ramos, el jugador destacado de la sexta fecha del Torneo Clausura.

Llegó a El Salvador en enero de este año y recordó que "la primera semana estaba comiendo en un restorán después de entrenar y veo que la policía detuvo a un grupo de chicos, les saca las armas, las deja arriba del auto, los revisan, no les encuentran nada y les devuelven las armas. Yo no podía creer lo que estaba viendo".

A él no le pasó nada personalmente, pero sí estuvo en "asados o barbacoas, como les dicen allá" con gente que "saca el arma, la deja arriba de la mesa y se pone a tomar una cerveza. Y no podés decir nada. Yo nunca había visto un arma en vivo y de repente la tenés ahí frente a vos".

Por eso, cuando el entrenador que lo conocía del fútbol centroamericano lo llamó, no dudó en rescindir el contrato y llegar al fútbol uruguayo: "Hablé con dos compañeros, Minutillo y Uribe, que jugaron acá y que son de Mar del Plata. Además, el Tola me explicó que El Tanque es un club muy particular, que tiene carencias que hay que saber llevarlas día a día en la semana. Pero me explicó bien y vine preparado mentalmente para tratar de hacer un buen semestre en lo personal".

"Ni con Polenta ni con Rolín tuve roces. En los córners, donde yo marcaba a Polenta y él me marcaba a mi, tampoco. Fue un partido muy llevadero. A lo último se picó con el Rayo, no sé muy bien qué pasó".

Sabe que "es un club donde se hace todo a pulmón, pero la gente que trabaja lo sabe y eso es importante; todos los que estamos ahí sabemos dónde estamos y sabemos lo que buscamos. En lo grupal no descender y en lo personal, cada uno tiene sus metas. Estás en El Tanque Sisley y si tenés un buen torneo se pueden abrir las puertas de otro club de Uruguay o capaz un contrato más en El Tanque".

Ramos, que jugó en varios clubes del interior argentino, está viviendo en un hotel sobre la rambla montevideana que le recuerda mucho a Mar del Plata, la ciudad que lo adoptó a los seis años.
El domingo, después del partido con Nacional, unos amigos marplatenses que vieron el encuentro por internet le preguntaron cuántos goles había hecho en su carrera. Pero él no lleva la cuenta, aunque es sincero cuando habla de sus características como delantero: "Un buen jugador sabe sus limitaciones. Yo soy un delantero que no voy a eludir cuatro o cinco jugadores y la voy a clavar al ángulo. Sí trato de luchar, de aguantar, de provocar faltas, peinar, darle respiro a los jugadores de la defensa y del mediocampo si están apretados, para que salgan, y a la hora de atacar, tratar de estar siempre bien posicionado para la hora de convertir". Así estaba el domingo para recoger el rebote de Conde y, de cabeza, silenciar el Parque Central cuando apenas empezaba el segundo tiempo.

"El fútbol uruguayo es muy parejo. Cualquiera le puede ganar a cualquiera. Salvo Peñarol que está un paso más arriba y juega a otra cosa; Defensor intenta, juega, y Nacional tiene un plantel muy rico, jugadores de tremenda calidad y creo que los tropiezos son pasajeros". Uno de esos tropiezos se lo hizo dar él, el argentino que se presentó en sociedad en el Parque.

Jugó con el otro Suárez

Durante los primeros seis meses de este año, Ramos compartió el plantel de Isidro Metapán, en El Salvador, con Paolo Suárez, el hermano de Luis: "Paolo me hizo las cosas más fáciles allá, porque él ya está adaptado y nos juntábamos a comer". Contó que "mucho no te habla del hermano, pero cuando tenía más confianza le empecé a preguntar. Me dijo que estuvo viviendo en Holanda con él, después se fue a Guatemala, y ahora sigue en El Salvador instalando". Ramos también destacó a Lucas Viatri, de Peñarol: "Es un muy buen jugador, a mí me encantaba verlo cuando jugaba en Boca".

Alexis Ramos

Delantero de El Tanque Sisley
Nació hace 28 años en San Carlos de Bolívar y a los seis se mudó con sus padres a Mar del Plata. Su inicio futbolístico fue en escuelitas, en Independiente marplatense y Aldosivi, donde jugó cuatro años (un año y medio en Primera).

Jugó en 12 equipos: Aldosivi, Concepción de Tucumán, Independiente de Santiago del Estero, Ferro de La Pampa, Gimnasia de Concepción del Uruguay, Estudiantes de Río Cuarto, Independiente de Chivilcoy, General Paz Junior de Córdoba, Huracán Goya de Corrientes, Técnico Universitario de Ecuador, Isidro Metapán de El Salvador y en julio llegó a El Tanque Sisley.

Hizo 4 goles en el Torneo Clausura: uno a Racing, dos a Cerro y uno a Nacional.