Las "pintadas" que terminaron en una balacera en Santa Lucía

Algunos de los hinchas de Nacional que fueron a Santa Lucía cantaban como que formaban parte del festejo del equipo rival. Una vez en la ciudad canaria, recorrieron la plaza para ver cuántos hinchas de Peñarol había. Todos estaban festejando el aniversario del club aurinegro.

El joven vio que una de las personas que viajaba con él en el auto tenía un arma. "Empecé a darme cuenta de que no se iba a tratar de una simple pintada, porque fue una intuición. Sospeché que iban por las banderas y no por una simple pintada", dijo ante el juez de Canelones, Luis Sobot, que lo procesó la semana pasada por coautoría de dos delitos de homicidio, uno en grado de tentativa, y un delito de lesiones personales, según consta en el auto de procesamiento.

Las supuestas "pintadas" terminaron en una balacera en la plaza que le costó la vida a Hernán Fioritto, un joven hincha de Peñarol que murió tras varias semanas internado en estado delicado.

El último procesado dijo que al ver las armas "se puso nervioso". "Pensé en irme pero también pensé que si me iba de la nada iba a generar alguna represalia conmigo por dejarlos tirados. Llegué a prender el auto, pero lo apagué", contó al juez.

Cuando los responsables de balear a los hinchas de Peñarol corrieron hasta el auto, llevaban una "bandera grande", se subieron y emprendieron el camino de vuelta a Montevideo.

Por el caso, 15 personas fueron enviadas a prisión -el último fue el joven del auto- y Sobot solicitó a pedido de la fiscal Mónica Castro la captura internacional de otro hincha de Nacional que también participó en los incidentes y se encuentra en el exterior.