La zafra del Diente y Aguirre

En 2015 Nicolás López no pudo demostrar en España todo lo que prometía. Había ido a préstamo al Granada, donde jugó apenas 10 partidos y no marcó goles. La cesión fue fácil: la ficha de López era de Udinese y el dueño de este club italiano, Gerónimo Pozzo, tenía acciones en Granada. Tras ese pasaje surgió la posibilidad de volver a Nacional, de donde se había ido muy mal en 2011.

Las negociación la llevó adelante el representante Pablo Bentancur, el mismo que se lo había arrancado sin permiso a Nacional. López se potenció en los tricolores, marcó goles, se mostró en la Copa Libertadores y a los seis meses se fue a Inter de Porto Alegre. Ganaron todos, menos Nacional, que se quedó sin su goleador.

El año pasado Rodrigo Aguirre pasó sin pena ni gloria por el Lugano de Suiza, un club ligado al empresario Bentancur, su representante. Jugó 10 partidos y marcó un gol. Ya había pasado a préstamo por el Empoli y Perugia. Entonces, llegó a Nacional. Marcó goles, se potenció, se mostró en la Copa Libertadores y ahora el club albo está con la incertidumbre si lo podrá retener o no. Se trata en este momento de su delantero más importante, una pieza clave para Martín Lasarte de cara a los partidos de Copa Libertadores frente a Botafogo.

Pero poco puede hacer Nacional, más que desear que el jugador permanezca al menos hasta fin de año. La ficha de Aguirre pertenece a Udinese y es el que tiene el control en la mano. Las negociaciones con el club italiano las lleva adelante Bentancur, quien el fin de semana dijo a Referí que veía "difícil" que el jugador se quedara en Nacional. El futbolista, por su parte, señaló en su momento que si fuera por él, se queda en los tricolores.

Mientras tanto, ayer surgió en los medios argentinos el interés por Aguirre de Rosario Central. Más precisamente de su técnico, Paolo Montero. El diario La Capital de Rosario informó que "fue el propio Montero quien llamó para interiorizarse de la situación del jugador y demostró interés".

Además, otros medios digitales anunciaron el deseo de Roma y del Watford inglés por él. Lo del club británico tiene su razón de ser aparte del estrictamente deportivo: el dueño del Watford es Giampaolo Pozzo, el mismo propietario del Udinese y el mismo que en su momento llevó a Nico López al Granada.

Asimismo, los dirigentes de Nacional esperan y también lo hace Martín Lasarte, aunque para este fin de semana ya sabía que no iba a tenerlo. Primero porque el contrato de Aguirre vence mañana y aún no hay decisión sobre la prórroga y segundo porque el fin de semana sufrió un esguince de rodilla.

Las opciones que maneja Nacional para la continuidad del goleador son varias. La mejor es que prolongue su vinculación por lo menos hasta fin de año. Otra es que se coloque una cláusula que le permita salir en cualquier momento y la última es que renueve el contrato hasta el final del Torneo Intermedio, lo que le permitiría jugar el partido de ida contra Botafogo. "Es difícil, pero viable", dijo ayer públicamente el presidente José Luis Rodríguez.

Para el técnico Lasarte es un dolor de cabeza si se va. El fin de semana, tras la victoria contra Juventud de Las Piedras, el técnico fue consultado sobre la posibilidad de quedarse sin Aguirre y sin Diego Polenta (en ese momento era más fuerte que ahora el interés de Boca Juniors): "La de Rodrigo Aguirre y Diego Polenta serían las bajas que llevan a preguntarse ¿cómo arreglamos esto? Sería doble problema porque no podemos reforzarnos para la Copa", señaló.

Después, a raíz de una gestión que realizaron el presidente de la AUF Wilmar Valdez y Rodríguez, lograron que se abra un período de pases especial y que los tricolores puedan incorporar hasta seis jugadores antes del segundo partido frente a Botafogo.