La semana política

Se inicia la semana más política del fútbol nacional. La previa a las elecciones del jueves. Ahí los clubes deberán decidir el futuro gobierno. Y será una semana donde los intereses clubistas dejan de lado el bien común.

Pocos reparan en los planes de gobernabilidad. Tener un lugar en el futuro ejecutivo o disponer de dirigentes en lugares estratégicos es la principal meta de muchos. Entonces los votos se resuelven o se supeditan a la presencia de determinado club en el ejecutivo.

Bajo estas perspectivas hay dos candidatos. Uno firme y seguro como Eduardo Abulafia, que tiene un plan que presentó a las instituciones y que aspira a cumplir con su sueño de gobernar la AUF.

Y otro como el actual conductor, Wilmar Valdez, que puso en duda su continuidad debido a que no tolera más presiones y se llamó a silencio. El presidente es respaldado por un grupo de clubes que tiene en Freddy Varela al abanderado, una especie de vocero político que se encargó de visitar a dirigentes para convencerlos de votar a Valdez.

A la fecha, Valdez tiene la delantera. Nacional lo respalda y en las últimas horas, en el ámbito periodístico, se dijo que tiene el voto de Peñarol. Sin embargo, el presidente de un club dijo a El Observador que Abulafia le confirmó que Damiani lo respalda.

Lo real es que Jorge Barrera se baja del ejecutivo y su lugar sería ocupado por Rafael Fernández. Al tiempo que la Mesa Ejecutiva quedaría representada por cinco miembros de clubes en desarrollo.

¿Cómo se vota?

De acuerdo a lo que dicen los estatutos, en las elecciones participarán los clubes que hasta el 31 de julio sean de Primera, según la definición de “temporada” que va de cada 1º de agosto al 31 de julio del año siguiente . Esto determina que Liverpool, Miramar Misiones y Cerro Largo formarán parte de las elecciones. Si el tema avanza más allá de dicho día, entonces los tres clubes mencionados no votan y participarán los tres que ascendieron: Tacuarembó, Atenas y Rampla Juniors.

El presidente electo necesita 12 votos en la asamblea para gobernar por cuatro años.

Pocos se preguntan qué sucede si ninguno de los dos candidatos logra la cantidad de votos necesarios para asumir la presidencia.

En ese caso se debe decretar un cuarto intermedio en procura de nuevos candidatos. El nombre de Arturo Del Campo, expresidente de Danubio, sobrevuela por la calle Guayabo. El vicepresidente franjeado, Leonardo Goicoechea, le planteó el tema y Del Campo le dijo que la única forma de llegar a la AUF es si existe consenso entre los clubes para su postulación.