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¿La selección es de todos? ¡Que lo demuestren!
Es cierto que Nacional está en su derecho. Es verdad que lo ampara la reglamentación. Como lo es que existe el antecedente de Ajax que en su momento no cedió a Luis Suárez para el Sudamericano sub-20. Y que le paga el salario al jugador.
Son todos argumentos válidos para que los tricolores analicen no ceder a Gastón Pereiro para la gira que realizarán los juveniles desde el 23 de marzo.
Pero señores, después no nos llenemos la boca diciendo que la selección es de todos.
Esta historia es vieja y se repite cada vez que le tocan la chacrita a algún equipo.
El técnico de Nacional, Álvaro Gutiérrez, dice que Pereiro es un jugador muy importante en su equipo. Nadie más que él conoce la interna de su plantel. Pero Nacional tiene a Abreu, Tabó, Barcia, y vuelve Alonso. Parece demasiado.
Además, ¿qué necesidad hay de poner entre la espada y la pared a un muchacho que debe tener la ilusión de jugar su primer Mundial?
El gerente deportivo de Nacional, Alejandro Lembo dice que su club apoyó históricamente a la selección. Es verdad, pero esto es de todos los días y no de un día sí y ahora no porque no me conviene.
La sub-20 no sale alegremente a jugar amistosos. No pide a los jugadores para andar realizando pruebas. Estos amistosos son para medirse, para lograr entendimiento, para verse jugando contra los europeos. El primer amistoso es ante Francia, una de las mejores selecciones del mundo a nivel juvenil.
Ahora Nacional quiere negociar con el técnico de la sub-20, Fabián Coito. ¿Qué le van a decir? ¿No lo convoques y queda como que estás probando a otros jugadores?
La respuesta de la selección es clarita. ¡Tabárez no dejó ir a Cavani al Vaticano! ¿Y saben qué argumentó?
“Nosotros no nos ufanamos pero tenemos cierto orgullo por nuestra profesionalidad y tratamos de ser organizados. Y las cosas que organizamos es de acuerdo a lo que nos marca la realidad; y en el caso de las preparaciones, la utilización de los futbolistas del medio local, de los trabajos de juveniles, nos basamos en esa organización. Ahora, no nos pidan a nosotros que nos hagamos cargo de ciertos deslices o ciertas organizaciones y ciertos no cumplimientos, de decir, bueno ta, se los damos o no se los damos. Ni se me pasa por la mente eso”.
