La ruta de la droga en el ciclismo

Escucha Willy, es mejor que vayas por carreteras secundarias”, fue el primer consejo. Corría el año 1998 cuando el médico del equipo Festina hacía la recomendación al auxiliar Willy Voet.

¿Por qué la preocupación si Voet simplemente llevaba material al puerto de Calais con destino al inicio del Tour de Francia, que ese año arrancaba desde Dublín? El coche era una bomba. En la valija viajaban 400 dosis de productos ilegales, sobre todo EPO, la reina de entonces, la poción mágica, indetectable.

Pero Voet entendió que era un trámite. “¡Qué me iba a pasar. Nos creíamos intocables! Podíamos ir a 200 kilómetros por una autopista y te salvabas regalándole un maillot (camiseta) al gendarme de turno”, declaró en su momento al diario As. Y emprendió el viaje aquel 8 de julio, víspera del Tour.

En Neuville-en-Ferrain, un pueblo en la frontera franco-belga, le esperaba agazapada la policía aduanera. Fueron directo a la valija. Y encontraron el arsenal: unas 200 ampollas de EPO, casi 100 de hormona de crecimiento y docenas de cajas de testosterona. El equivalente a fuerza y oxígeno en cápsulas. Voet fue detenido.

Y se inició la cacería en lo que podría llamarse la ruta de la droga del deporte del pedal. Se abría el caso Festina que terminó con calabozos de comisarías francesas llenos. Por ellos desfilaron ciclistas, el médico y los directores del Festina. Interrogados. Tratados como narcotraficantes.

Eco, la poción mágica

¿Cómo actúa el EPO y por qué no se detecta es la gran pregunta? La autotransfusión o las inyecciones de EPO rellenan el torrente sanguíneo. Elevan el hematocrito que es el porcentaje de glóbulos en las venas. Sin superar el límite legal, el 50%. Pero tienen un efecto secundario: el cuerpo reacciona y deja de producir por su cuenta esos glóbulos. En ese punto se detienen los controles antidopaje. Cuando los tests descubren que un deportista ha dejado de crear glóbulos, se encienden las alarmas. El método de detección es australiano: mide la cantidad de reticulocitos, de glóbulos rojos jóvenes. Si no hay, sospechen.

Claro que para toda ley hay una trampa. La micro dosis de EPO. Los médicos tramposos creen que son indetectables. Su huella desaparece pronto. Entonces, si antes se inyectaban 2000 unidades de EPO, ahora alcanzan 200. Una gota en el cauce sanguíneo. Aunque suficiente para despertar la producción de glóbulos rojos. Y se despista a los controles.

El hecho es que el escándalo que empezó en 1998 parece haber terminado el lunes con la sanción de por vida al pedalista estadounidense Lance Armstrong, a quien le sacaron todos los tours ganados. Desde aquel entonces el ciclismo no fue el mismo. La sombra del dopaje siempre sobrevoló en todas sus competencias.

En 1999, varios ciclistas del equipo Mapei fueron detenidos; Vandenbroucke apareció implicado en una trama de dopaje y Pantani fue expulsado de un Giro que tenía ganado por superar la tasa de hematocrito.

En 2001 el Giro de Italia se convirtió en una locura de registros; Dario Frigo fue expulsado, y apareció una jeringa con insulina en la habitación de Pantani.

En 2002, Garzelli, líder del Giro, dio positivo. En el Tour de ese año, la esposa de Rumsas fue detenida con un cargamento de dopantes.

En la Vuelta de 2004, Hamilton y Santi Pérez cayeron por las transfusiones sanguíneas. Un año más tarde se produjo el positivo de EPO de Heras.

En 2006 la Operación Puerto descubrió un ovillo de dopaje en torno al médico Eufemiano Fuentes. La lista de clientes: Ullrich, Basso, Sevilla, Mancebo, y los equipos Comunidad Valencian y Liberty. El Tour de esa temporada lo ganó Landis. Tres días después saltó positivo por testosterona.

En 2007, Vinokourov dio positivo en la Grande Boucle y Rasmussen, líder total de la carrera, fue apartado por su equipo después de haber esquivado dos controles antidopaje previos al Tour.

Y ahora una nueva perla al largo collar de locura. El rey del ciclismo mundial se queda sin la corona. El mundo amaneció conmovido por la noticia de que la Unión Ciclista Internacional (UCI) decidió despojar al estadounidense Lance Armstrong de sus siete títulos del Tour de Francia y prohibirle competir de por vida.

El presidente del organismo, Pat McQuaid, anunció que la federación aceptaba el informe de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos sobre Armstrong.

La decisión facilita a los organizadores del Tour eliminar oficialmente el nombre de Armstrong del libro de marcas, anulando sus victorias consecutivas de 1999 al 2005.

El director del Tour, Christian Prudhomme, dijo que se aceptaría el fallo de la UCI y que en esos años no tendrá oficialmente ganadores de la prueba. La decisión se toma el viernes. Por las dudas: los que entraron detrás de Armstrong tienen antecedentes por dopaje.

McQuaid fue durísimo al sentenciar en torno al pedalista estaounidense: “No tiene sitio en el ciclismo, es mejor que se olvide”.

LA LOCA CARRERA DE ARMSTRONG

27 de julio de 1999: Gana su primer Tour de Francia.

23 de julio de 2000: Gana su segundo Tour. En noviembre, sale a luz la investigación judicial por dopaje de su equipo durante el Tour.

2001: Conquista el Tour por tercer año. Reveló que había pedido consejo al médico italiano Michele Ferrari, implicado en el caso por uso de EPO, para batir el récord de la hora.

28 de julio de 2001: Gana el Tour por cuarta vez y es sobreseída la causa en su contra tras someterse a análisis de orina y sangre en agosto.

2003: Gana el quinto Tour y se divorcia.

2004: Semanas antes del inicio del Tour, es acusado de tomar sustancias dopantes en el libro de David Walsh y Pierre Ballester.

2004: Gana el sexto Tour de Francia, convirtiéndose en el ciclista con más triunfos en la historia de la prueba gala.

2004: Su antiguo asistente Mike Ardenson denuncia que encontró sustancias prohibidas en su apartamento y que lo ayudó a escapar de controles sorpresa.

18 de abril de 2005: Gana el séptimo Tour y conmueve al mundo al retirarse.

2005: Escándalo al mes de su alejamiento, L’Equipe informa que hay nuevas pruebas positivas por EPO en seis muestras de orina de Armstrong supuestamente tomadas durante el Tour de 1999.

2006: En mayo es exonerado por la UCI de las acusaciones de dopaje en 1999 porque los controles no se hicieron bajo estándares científicos fiables.

9 de setiembre de 2008: Anuncia su regreso al ciclismo profesional.

2010: Landis admite que se dopó cuando corría en el US Postal Service, y acusa a varios excompañeros, entre ellos Armstrong.

2011: En enero, un artículo de Sports Illustrated cita a Stephen Swart, compañero de Armstrong en 1995, para afirmar que el siete veces campeón del Tour fue el instigador para que en el equipo se doparan con EPO.

2011: En febrero, anuncia su retiro del ciclismo de alta competición.

2011: En mayo otra bomba: su ex compañero Hamilton dijo que él y Armstrong tomaron EPO en los Tours 1999, 2000 y 2001.

13 de junio de 2012: La USADA presenta cargos formales contra Armstrong por dopaje (transfusiones de sangre, EPO, testosterona y corticoides) y es suspendido.

10 de julio de 2012: La USADA sanciona de por vida a tres ex colaboradores de Armstrong en el US Postal por participar en un sistema de dopaje sistemático.

23 de agosto de 2012: La USADA adelanta que le suspenderá de por vida y le quitará todos los títulos conseguidos desde 1998.

24 de agosto de 2012: USADA lo suspende a perpetuidad y con descalificación de todas las competiciones en las que participó.

22 de octubre de 2012: La UCI hace efectiva la sanción de por vida y le quita el premio por los siete Tours ganados.