Real Madrid se quedó con la final de la Liga de Campeones luego de derrotar en los penales a un
Atlético de Madrid que luchó hasta el final para volver a quedarse con las manos vacías al igual que hace dos años en Lisboa.
Juanfran Torres, símbolo del colchonero versión Diego Simeone, reventó el vertical derecho de Keylor Navas en el cuarto penal y le dejó servida la definición a Ronaldo que no perdonó para sellar la undécima y desatar la locura merengue.
Durante los noventa minutos, jugados a gran intensidad y con variaciones en el dominio, Sergio Ramos había adelantado a Real Madrid a los 15 minutos definiendo un centro al área en clara posición adelantada y el belga Yannick Ferreira Carrasco había igualado transitoriamente a 11 minutos del final.
Antes, Antoine Griezmann tuvo la chance de anotar mediante un tiro penal -por falta clara de Pepe sobre Fernando Torres- pero su disparó hizo temblar el travesaño cuando iban apenas dos minutos del segundo tiempo.
Dos años después de la final de Lisboa, Real Madrid levantó otra vez la Orejona delante de su vecino, sumando así su undécimo título de campeón de Europa y distanciándose aún más en el palmarés del segundo, Milan, que suma siete Ligas de Campeones.
Pese a tener que conformarse con el subcampeonato en la Liga española, ganada por
Barcelona, Zinedine Zidane, que ya había ganado una Champions con el Real Madrid como jugador en 2002 luego de ser artífice de un golazo y otra como ayudante técnico en 2014 de la mano de Carlo Ancelotti, termina con este éxito sus primeros cinco meses como entrenador del primer equipo merengue, tras sustituir a principios de enero a Rafa Benítez.
Sólo la lesión de Dani Carvajal, sustituido por Danilo a los 51 minutos, logró inquietar el ánimo del verdadero rey de Europa.
El destino de la pelota volvió a desatar una crueldad pocas veces vista sobre un equipo y Atlético volvió a sufrirlo.
En 1974, con Luis Aragonés como símbolo, y 2014, con Diego Godín como caudillo, el club colchonero dejó escapar el título en el último suspiro y esta vez la fortuna no le acompañó en los penales.
Bien plantado desde el principio, Real Madrid dio el primer aviso a los 6 minutos cuando el brasileño Casemiro encontró un balón suelto en el área y obligó a Jan Oblak a agigantarse para evitar la caída de su arco.
Pocos minutos más tarde, Atlético sufrió de su propia medicina, cuando tras una pelota quieta Sergio Ramos, en posición adelantada, venció la resistencia para estampar el 1-0 a los 15 minutos.
Atlético de Madrid sintió el impacto, tuvo enormes problemas para entrar en juego y se vio obligado a remar de atrás un partido en las peores condiciones para su idea.