La pelota quieta desarmó el guion

El técnico de la selección Óscar Washington Tabárez planificó un partido, pero el libreto se desarticuló con los remates de pelota quieta de Bolivia. Los tres primeros llegaron por esa vía: tras un córner el primero y de tiro libre los otros dos.

Tabárez armó el equipo con el mismo sistema táctico que contra Argentina (4-4-1-1), con los cambios lógicos por suspensiones en la zona defensiva y con la variante de Cebolla Rodríguez por Edinson Cavani.

Uruguay no salió a presionar en el campo del Hernando Siles, como es lógico a 3.600 metros sobre el nivel del mar. La intención de recuperar el balón se notaba de la media luna hacia adelante y luego se buscaba a Luis Suárez, el único delantero, con pelotas largas. Los laterales Maxi Pereira y Álvaro Pereira no subían, tocaban y se metía otra vez en la cueva. A los 20 minutos Tabárez ordenó a Tata González y al Cebolla que cambiaran sus posiciones: aquel pasó a la izquierda y este se vino a la derecha del mediocampo.

Apenas pasó la media hora, el técnico realizó dos variantes: entraron Cavani y Lodeiro, por Palito Pereira y Gargano. González pasó a marcar el lateral derecho y Lodeiro se ubicó como doble cinco a la izquierda de Arévalo, quien quedó solo para la recuperación del balón.

Cavani se posicionó de volante sobre la derecha y Rodríguez retornó a la izquierda. En el complemento, el jugador de Nápoli se tiró más arriba, por izquierda, con Suárez por derecha y Forlán por el centro del avance.

El asunto es que Uruguay pagó caro pararse más cerca del arco de Bolivia, porque sufrió otros dos goles. Tata González falló en la banda y por ahí atacó el local.

Más adelante se registró el tercer cambio: el Flaco Fernández ingresó por Forlán. El hombre que juega en Estados Unidos pasó a ocupar la banda derecha y Lodeiro fue más enganche, para juntarse con Suárez y Cavani.

Sobre el final los celestes descontaron con un tiro libre ejecutado por Suárez, pero la diferencia que había sacado Bolivia ya era demasiado grande. La consiguieron con tres goles de pelota quieta.