Nacional cambió rotundamente su identidad. Aquella loable idea de salir jugando desde atrás, de abrir la cancha, de atacar con velocidad, cayó en saco roto.
La necesidad y tal vez la inexperiencia hizo que el entrenador cambiara el modo y aquel equipo que lideró el torneo en forma solitaria hasta la fecha 9, ahora en la 13 se encuentra tres puntos abajo del primero que es Peñarol.
En las primeras siete jornadas Munúa mantuvo la figura táctica del 4-2-3-1, con retoques por distintos motivos: el bajo rendimiento de Eroza o las lesiones de Fucile hicieron que el lateral derecho fuera el puesto más inestable. El compañero de Polenta también varió y pasó de Malvino a Aja y por último Gorga. Y la transferencia de De Pena le dio cabida a Barbaro.
Tras empatar con El Tanque Sisley el técnico pasó a jugar con un 4-3-1-2 frente a Defensor. Ganó 4-0 y fue quizá el mejor partido de Nacional, con Romero y Abero por las bandas en la zona de volantes y Amaral de enganche. Lo repitió con triunfo contra Fénix, pero frente a Sud América alineó a dos enganches: González y Amaral. Perdió ese partido y no ganó más.
Contra Peñarol puso cuatro volantes de marca, cuando debía ir a buscar al partido, y ante la lesión de Romero, frente a Danubio jugó con un enganche. Con tantos cambios el equipo perdió la identidad y está a punto de perder el campeonato.
Así jugó en el arranque de la temporada, que incluyó el Apertura y la Copa Sudamericana. Es el sistema que más utilizó Álvaro Gutiérrez en el campeonato pasado y que le dio el título, pero ahora asumiendo mayores riesgos en defensa al salir jugando desde Conde. Carlos De Pena marcó dos goles en la primera fecha contra Villa Teresa y después fue transferido. Lo sustituyó el argentino Barbaro.
En la sexta fecha contra Cerro se lesionó Fucile y en la siguiente, contra El Tanque, Munúa sacó a Romero del medio y lo puso de lateral. En su lugar junto a Porras ingresó Eguren. Nacional empató contra los fusionados y el técnico resolvió cambiar el guión para enfrentar a Defensor. Agregó a Abero al mediocampo, con Amaral de enganche. Jugó así frente a Defensor y Fénix, y ganó ambos encuentros.
Romero se hizo sacar la quinta amarilla contra Fénix para llegar libre al clásico y Fucile se lesionó el hombro en ese partido. Esto hizo que contra Sud América jugara Gorga de lateral y Nacho González se sumara al mediocampo, que se quedó solo con Porras para marcar. Nacional perdió con la IASA. Luego empató ante Racing. Y para enfrentar a Peñarol pobló el medio, cuando necesitaba ganar.
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