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La maldición de Tomas Costa: ya había tenido una noche fatídica en Chile

El argentino venía siendo figura, pero en los dos últimos partidos cometió dos errores clave; algo similar le había ocurrido en Chile
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02 de marzo de 2016 a las 11:05
El argentino Tomás Costa ha sido una de las figuras de Peñarol en el inicio de este año. Buen pie, capacidad de marca y llegada al área lo transformaron en titular inmediato para el Polilla Da Silva.

Sin embargo, en los últimos dos partidos Costa fue protagonista negativo, con dos jugadas que cambiaron el rumbo de los partidos. Ante Fénix fue una mano, a los 9 minutos, que costó el penal para el 1-0 de Fénix, un gol que cambió el partido porque, ante un equipo defensivo, le dio la herramienta ideal para cerrarse atrás y complicarle la labor al carbonero.

penal costa fenix

Ayer, a los 7', nuevamente una fatalidad: Costa trata de salir por bajo atravesando la cancha hacia la posición de Aguirregaray, pero el pase queda corto y el argentino Romero Gamarra toma la pelota y le pega fuerte y al ángulo para poner el 1-0 que, otra vez, cambió el partido y condicionó a los aurinegros.


Una favor del argentino: Costa se recuperó se ese error y fue de los menos entreverados con la pelota. Además, con Aguiar y Nández lanzados por las puntas, tuvo trabajar muy solo en la marca en varios momentos.

Pero ante todo, el volante deberá recuperarse, sobre todo teniendo en cuenta su antecedente negativo en Chile

Su noche fatídica en Católica

Costa deberá luchar ahora para no repetir la situación que marcó su carrera en la Universidad Católica, su anterior club, y que repasaba para Referí Juan Ignacio Gardella, periodista de El Gráfico Chile, cuando el volante llegó a los aurinegros.

"Jugaba con una mochila muy pesada desde la fatídica tarde-noche del 12 de junio del 2011. Tres días antes, los cruzados habían vencido en la final de ida del Apertura a su rival de toda la vida, la U, por 2-0 en el estadio Nacional, con el volante abriendo la cuenta luego de una corrida de antología. Sólo 72 horas después, en el mismo escenario, pasaría del cielo al infierno. Al cuadro franjeado le bastaba con perder hasta por dos goles de diferencia para consagrarse. Con el marcador 2-1 en contra, el argentino vio una tarjeta roja evitable, los azules terminaron imponiéndose por 4-1 y levantaron la copa", escribió Gardella en una columna titulada "Una mochila muy pesada".

"Desde ese día, nada fue igual para la institución y para Tomy. Una serie de subcampeonatos instalaron como nunca el mote de "segundón" para el elenco precordillerano, que no se puede sacar hasta hoy. Y el nacido en Santa Fe es, quizá, quien carga con el mayor peso por los reiterados fracasos. Se fue a Colón tras esa jornada desastrosa y volvió por una revancha al año siguiente", agregó.

El argentino tendrá la misión de no repetir la historia en Peñarol, luego de un inicio venturoso.

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